
Robots colaborativos ayudan a ser más competitivos
En un mundo donde los robots colaborativos (Cobots) ya trabajan codo a codo con las personas, en el Perú apenas empieza a dar sus primeros pasos. Según Statista Market Insights, en el mercado local la adopción de cobots es aún mínima con una representación de apenas el 5,5%, frente al 94,5% de robots tradicionales en 2022, evidenciando que, aunque el país se encuentra en una etapa muy temprana, cuenta con un enorme potencial para avanzar hacia soluciones más inteligentes y colaborativas.
A diferencia de la automatización tradicional, diseñada para repetir tareas en entornos controlados, los cobots integran capacidades cognitivas y adaptativas: sensores, visión e inteligencia artificial que les permiten interpretar, aprender y tomar decisiones en tiempo real. Este salto cualitativo trasciende la lógica máquinas versus personas y abre paso a un modelo colaborativo más sofisticado: delegar lo repetitivo en los robots y reservar a los trabajadores las tareas complejas, creativas o de análisis.
En esa línea, un reciente estudio de Softtek posicionó a los robots de próxima generación y cobots como una de las tendencias tecnológicas más relevantes del año, destacando su capacidad de crear entornos colaborativos, ágiles y escalables, y su impacto directo en la productividad.
"Los robots colaborativos representan mucho más que una evolución tecnológica: son un catalizador de transformación organizacional. Al trabajar junto a las personas, no solo optimizan procesos, sino que reconfiguran la manera en que concebimos la productividad y la seguridad en los entornos de trabajo", explica Martín Medina, Service Manager & Offer Leader RPA en Softtek.
Industrias que ya incorporan cobots en sus procesos
Estos robots, diseñados para interactuar directamente con las personas, ya empiezan a tener presencia en hospitales, tiendas y almacenes. Asisten en procesos logísticos, tareas de limpieza, atención al cliente y distribución, mostrando que la automatización no es exclusiva de las fábricas.
En países de la región, como Argentina, por ejemplo, estos sistemas ya comienzan a formar parte de las cadenas de producción de los sectores automotriz, electrónico y alimentario. Al mismo tiempo, se observa un crecimiento de los desarrollos locales y una mayor apertura de las pymes hacia estas tecnologías.
La facilidad de programación de los cobots, que pueden configurarse en pocos minutos y sin necesidad de conocimientos técnicos avanzados, junto con su capacidad para adaptarse a entornos cambiantes, los convierte en una herramienta especialmente atractiva en un país donde la flexibilidad operativa resulta esencial para enfrentar contextos volátiles.
Un punto de partida para la transformación
Aunque el camino recién empieza, el crecimiento sostenido del mercado y el avance global de la robótica de próxima generación señalan una dirección clara para las compañías peruanas, donde el desafío será combinar el talento humano con la inteligencia de los cobots para lograr un nuevo estándar de productividad y una integración que constituya una ventaja competitiva sostenible en un entorno cada vez más automatizado e inteligente.



