
5 mitos sobre las instalaciones eléctricas en el hogar
La seguridad en casa es fundamental, sobre todo si está relacionado a riesgos eléctricos, lo cual puede ocasionar afectaciones en la salud, en la economía del hogar, como sobrecostos, entre otros. En ese sentido, es necesario que las familias comprendan los riesgos y adopten buenas prácticas para prevenir incidentes y daños mortales. Actualmente son varios los mitos que desinforman y comprometen la integridad de las instalaciones eléctricas y la seguridad de las familias.
Conscientes de esta problemática, Michel Villalba, gerente comercial de INDECO by Nexans, líder global en electrificación sostenible, destacó cinco mitos sobre las instalaciones eléctricas en el hogar. Cabe precisar que, en este marco, la empresa lanzó una guía práctica diseñada para desmentir creencias y promover hábitos seguros y eficientes.
Mito: No existe el consumo vampiro
Realidad: Como consumo vampiro se conoce a la energía eléctrica que usan los aparatos eléctricos cuando están enchufados pero apagados o en modo de espera. Por ello, es fundamental desenchufarlos o utilizar regletas con interruptor, ya que no solo ahorra energía, sino también minimiza riesgos. Por ejemplo, Estudios del Departamento de Energía de los Estados Unidos revelan que un televisor Smart TV puede consumir entre 0,5 y 3 vatios por hora cuando está en stand by.
Mito: Todos los cableados son peligrosos
Realidad: No todos los cables son iguales. La idea de que cualquier cable sirve para cualquier uso es rotundamente falsa y peligrosa.
Cada cable está diseñado para soportar una capacidad específica de corriente y voltaje. El uso de cables inadecuados puede provocar sobrecalentamientos, cortocircuitos e incluso, incendios. La clave es utilizar siempre cables certificados y de calidad, acordes a las especificaciones técnicas.
Mito: Las descargas eléctricas son solo por cables pelados
Realidad: Es un error pensar que las descargas eléctricas solo ocurren al tocar un cable expuesto. Estas pueden producirse por contacto con aparatos dañados, enchufes en mal estado, instalaciones antiguas o la presencia de humedad. La prevención es crucial: mantener las manos secas y realizar revisiones periódicas de la instalación.
Mito: La cinta aislante es una solución práctica
Realidad: La creencia de que un poco de cinta aislante puede reparar cualquier problema eléctrico es un error peligroso. Las reparaciones improvisadas son un riesgo latente y siempre deben ser realizadas por un electricista calificado.
Mito: Las luces parpadeantes son focos viejos
Realidad: El parpadeo de las luces no siempre es señal de una bombilla defectuosa. Puede indicar problemas más serios en la instalación eléctrica, como conexiones flojas o sobrecargas, lo que representa un riesgo tanto para los electrodomésticos como para la seguridad general del hogar.
La seguridad eléctrica en el hogar no debe tomarse a la ligera. Es importante tomar conciencia sobre los mitos y, ante cualquier duda o necesidad, se debe confiar en la experiencia de un electricista calificado, el verdadero aliado de la seguridad. La información correcta y la valoración del trabajo de estos expertos son esenciales para tener hogares más seguros.



