5 recomendaciones para prevenir accidentes en espacios de alto riesgo

En 2024, se reportaron más de 37 mil accidentes laborales en Perú, de los cuales 280 fueron fatales, según cifras del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo.

Solo en febrero de este año se notificaron más de 3 300 incidentes, lo que refleja la urgencia de adoptar medidas efectivas de prevención, especialmente en actividades de alto riesgo como trabajos en altura, manipulación eléctrica o intervención en espacios confinados.

Este tipo de tareas, frecuentes en obras de mantenimiento y proyectos técnicos, implica una exposición significativa para el personal. Factores como condiciones operativas exigentes, equipos múltiples en simultáneo y una planificación insuficiente pueden incrementar las posibilidades de incidentes si no se gestionan adecuadamente desde el inicio.

Ante este panorama, Edwin Pretel, Jefe de Operaciones de Tgestiona, comparte cinco recomendaciones clave para prevenir accidentes y promover entornos de trabajo más seguros:

Incluir la prevención desde la planificación: Una evaluación de riesgos exhaustiva desde las primeras etapas permite anticipar escenarios peligrosos y definir acciones de control. Identificar los peligros asociados a cada actividad, establecer procedimientos adecuados y planificar fases de trabajo coordinadas es clave para minimizar la exposición al peligro.

Aplicar protocolos claros y actualizados en campo: Contar con procedimientos escritos no es suficiente: deben implementarse de forma consistente. Esto incluye permisos de trabajo para tareas específicas, listas de verificación, sistemas de bloqueo y etiquetado, así como una supervisión activa que garantice su cumplimiento.

Capacitar de forma continua según el rol operativo: La formación técnica debe ser constante, práctica y adaptada al tipo de tarea. Simulacros realistas, entrenamientos en condiciones controladas e inducciones específicas para cada proyecto refuerzan la preparación y reducen la probabilidad de errores humanos.

Priorizar el mantenimiento preventivo y las inspecciones: Revisar periódicamente los equipos, herramientas y estructuras críticas permite detectar fallos antes de que generen situaciones de riesgo. Un mantenimiento bien gestionado también asegura el cumplimiento de normas técnicas y reduce interrupciones operativas.

Fomentar la coordinación entre equipos y la cultura de seguridad: Una comunicación fluida entre todas las áreas involucradas ayuda a evitar interferencias y decisiones desacertadas en campo. Además, promover el reporte de condiciones inseguras y empoderar al personal para detener tareas riesgosas refuerza una cultura preventiva real y sostenible.

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