Recomendaciones para el buen mantenimiento de lavadora
El correcto mantenimiento de la lavadora, no solo alarga la vida del electrodoméstico, también influye en un eficiente lavado de ropa. Para ello, LG recomienda dos prácticas: el lavado de tina y la limpieza del filtro de pelusas.
Limpieza de tina: con esta práctica se limpia los residuos que están atascados en la tina. Se recomienda realizar este procedimiento cada 30 lavadas. En todas las lavadoras LG, el usuario puede usar la opción Limpieza de Tina y el proceso se realizará de manera automática. Los pasos a seguir son:
– Verificar que la tina esté vacía.
– Presionar el botón de Encender.
– Seleccionar el programa Limpieza de tina. Una vez que el agua llene la tina se limpia los residuos que estaban atascados en ella.
Limpieza de filtro antipelusas: en este caso, se limpia las motas de pelusa que se acumulen en la parte inferior del filtro, ubicado en la tina del electrodoméstico. Se recomienda hacer este procedimiento después de cada lavado. Los pasos a seguir son:
– Presionar la pestaña de desbloqueo del filtro y retirarlo cuidadosamente.
– Luego, quitar el tapón y retirar las pelusas.
– Lavar el filtro con un cepillo suave que no se haya usado previamente.
– Insertar el filtro en la tina. Presionar hacia abajo y empujar la parte superior hasta escuchar un click.
Otras recomendaciones adicionales que contribuyen con el mantenimiento de la lavadora son:
– Limpieza de la gaveta dispensadora: consiste en quitar la gaveta y los separadores de la misma y enjuagarlos con agua tibia para quitar la acumulación del detergente y suavizante.
Seguidamente, se recomienda secarlos con una toalla suave y limpiar, adicionalmente, la abertura de la gaveta, usando un paño o un cepillo pequeño que no sea de metal. Este procedimiento se recomienda realizar una o dos veces al mes.
– Reemplazo de las mangueras de agua: revisar con regularidad las mangueras con la finalidad de detectar bultos, grietas o fugas. En caso se identifique algún problema, proceder al reemplazo o hacerlo como parte de un mantenimiento proactivo de cada tres a cinco años.