Tiyapuy rinde homenaje a nuestras Joyas de los Andes

Este 30 de mayo, el Perú y el mundo celebran una historia milenaria. Y no cualquier historia. Es la del tubérculo andino que se convirtió en alimento esencial para la humanidad. Por segundo año, con el respaldo de las Naciones Unidas, se conmemora oficialmente el Día Internacional de la Papa, una fecha que pone en el centro de la atención a uno de los cultivos más nutritivos, resilientes y simbólicos del planeta.

Lo cierto es que en Perú ya venimos celebrándola desde 2005, porque sabemos que la papa no es solo un producto agrícola: es parte de lo que somos. Y es que, entre tantas razones para festejarla, hay una que destaca: nació aquí, en nuestras montañas, entre manos sabias y tierras sagradas.

Con más de 5,000 variedades registradas en el mundo, y más de 3,500 cultivadas, la papa es la tercera fuente de alimentación global. Pero detrás de cada forma, color o sabor, hay mucho más: hay historias, hay cultura, hay familias que han cuidado sus semillas como si fueran herencia viva. Porque lo son.

Tiyapuy: sembrando futuro, honrando el pasado

En este contexto, Tiyapuy, una empresa 100% peruana, se une con emoción a esta celebración mundial. Lo hace no solo con palabras, sino con acciones concretas. Desde que nació en 2020, en medio de la incertidumbre de una pandemia, Tiyapuy ha puesto el corazón en un propósito claro: llevar al mundo productos saludables hechos con alma andina y manos peruanas.

Y la verdad es que ese sueño no ha hecho más que crecer. "Cuando empezamos, trabajamos con apenas 50 agricultores y unas 50 hectáreas de cultivo. Hoy, somos más de 1,200 agricultores y cultivamos más de 650 hectáreas de papa nativa en los Andes. Y eso no solo ha transformado nuestra producción, también ha mejorado la calidad de vida de cientos de familias y de sus comunidades", cuenta con orgullo Rafael De Cordova, CEO de Tiyapuy.

Juntos cultivan en las alturas del país, donde la papa florece como una joya entre la niebla. Una joya real, llena de nutrientes, color, historia y sabor.

Lo que hace especial a Tiyapuy no es solo lo que produce, sino cómo lo produce. Cada papa es sembrada con técnicas ancestrales, regada por agua de lluvia, sin pesticidas ni químicos. No hay máquinas masivas, hay manos. No hay procesos industriales sin alma, hay respeto por la tierra.

La innovación al servicio de la tradición

Hablar de Tiyapuy es hablar de sabor, salud y raíces. Su gama de chips de papas nativas ha conquistado paladares dentro y fuera del Perú: desde el Mix de Papas Nativas, pasando por las clásicas papas amarillas, hasta versiones onduladas con sabores tan nuestros como ají amarillo, jalapeño, o limón con pimienta. Todas llevan un ingrediente especial que va más allá de lo comestible: sal de Maras, insumos naturales, y cero químicos o preservantes. Son, literalmente, bocados que respetan el origen.

Siguiendo esa misma filosofía, a finales del 2024, Tiyapuy realizó uno de sus lanzamientos más esperados: las Papas Nativas Prefritas y Congeladas. Perfectas para esta vida acelerada, donde muchas veces falta tiempo, pero no ganas de comer bien. Son prácticas, sí, pero sin renunciar al origen ni al sabor auténtico.

Elaboradas con cinco variedades nativas, cacho de toro, huayro macho, qeqorani, sumac soncco y papa nativa amarilla, cuidadosamente seleccionadas por expertos y agricultores, y gracias a una innovadora técnica de congelado instantáneo, éstas conservan sus colores vibrantes, textura crujiente y propiedades nutricionales intactas. Lo mejor: son 100% orgánicas, libres de octógonos, con 0% de grasas saturadas, y se fríen en aceite de girasol alto oleico.

Y si te preguntas de dónde vienen, la respuesta está al alcance de un escaneo: gracias a su sistema de trazabilidad respaldado por tecnología blockchain, cada empaque de Tiyapuy te permite conocer la historia completa del producto: desde la semilla cultivada en los Andes hasta ese instante en que abres la bolsa en casa. Porque detrás de cada chip hay un lugar, una familia y una tierra que merece ser contada.

Héroes sin capa, pero con poncho

Detrás de cada papa nativa hay algo que no siempre vemos: personas. Agricultores altoandinos que conocen cada surco de tierra como si fuera parte de su historia, que trabajan con respeto y sabiduría ancestral. Para Tiyapuy, ellos son verdaderos héroes. No solo porque cultivan alimentos, sino porque cuidan la biodiversidad, conservan tradiciones milenarias y nos enseñan que sí es posible hacer empresa con propósito, sin perder las raíces.

En este Día Internacional de la Papa, la marca nos invita a mirar más allá del plato y recordar que cada papa nativa guarda memoria, identidad y futuro. Porque a veces las revoluciones comienzan así, en silencio, con una semilla plantada en lo alto de una chacra andina.

Al elegir productos Tiyapuy, no solo disfrutamos de sabor. También apostamos por la equidad, la sostenibilidad y el orgullo nacional. Como bien dice su lema: "La joya de los Andes que conquista el mundo", esta papa representa mucho más que alimento: es el reflejo de un país que honra a su gente y a su tierra.

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