Cifras y Retos de la movilidad en la nueva normalidad

Con el inminente reinicio de operaciones de varios sectores económicos en la segunda fase de reactivación programada por las autoridades, se hace evidente que va a haber un enorme vacío y necesidad de transporte. Situación que no podrá ser atendida por sistemas de transporte integrado (que antes de la emergencia sanitaria solamente atendían a uno de cada diez pasajeros diarios).

De acuerdo al informe Tendencias de Movilidad Urbana 2017, elaborado por la consultora Marketwin, en colaboración con la Escuela de Posgrado de la Universidad del Pacífico, un trabajador promedio de Lima destinaba entre 2 y 3 horas para trasladarse de su casa a su trabajo, recorriendo una distancia cercana a los 16 kilómetros diarios. Tres años después, y en medio de una situación de emergencia, la Asociación Automotriz del Perú estimamos que el tiempo de transporte puede incrementarse hasta en un 40% o 50% considerando los aforos reducidos en transporte público, la circulación restringida y los mayores tiempos de espera en paraderos y estaciones.

En las actuales circunstancias, en el corto y mediano plazo hay excelentes oportunidades para el impulso del uso de vehículos particulares, tanto automóviles (se estima una demanda mayor de unidades pequeñas) y motocicletas (que venían teniendo una tendencia al alza en su demanda, que ha sido pausada por la declaratoria del estado de emergencia nacional) se presentan como una alternativa para un gran número de ciudadanos que incluso puede costar menos (y ser más seguras) que el transporte público.

En el estudio citado, se señalaba que las personas que poseen vehículos propios (considerando costos de adquisición, depreciación, seguros, mantenimiento, combustibles y otros) en una semana el gasto podría sumar S/ 55 soles para quienes viajen en moto, comparado con el gasto en el Metropolitano (S/ 39 semanal) y en bus o combi informal (S/ 30 semanal). Es decir, se habla de una diferencia de entre 16 y 25 soles (y que al final el usuario es dueño del vehículo). En las actuales circunstancias (2020) y proyección en el corto y mediano plazo (ante eventual incremento del costo de pasajes) el uso de la moto podría representar para el usuario promedio un ahorro significativo frente a otras alternativas.

Otras grandes ventajas para la moto son el tiempo que se ahorra (Un viaje de 2:30 horas en transporte público puede reducirse a 30 o 40 minutos), lo económico de la adquisición de una movilidad propia, cumplimiento de la distancia social, reducción de contacto por aglomeración en paraderos y vía pública y cubrir los 16 km. que en promedio hace un ciudadano para movilizarse diariamente y que complementa los alcances de la bicicleta (entre 5 y 7 km.). A esto se suma la demanda proyectada de delivery que puede generar oportunidades de empleo.

El reto de la nueva realidad es visibilizar y darle al transporte privado (autos y motos) la oportunidad de demostrar que pueden mejorar la calidad de vida de los peruanos, generando distancia social y generando al mismo tiempo empleo y reactivando la economía del Perú.

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