Cómo hacer que cocinar sea una actividad saludable
La pandemia afectó todos los aspectos de nuestras vidas. Millones de familias regresaron a alimentarse todos los días con comidas preparadas en el hogar, lo cual para muchas personas es uno de los beneficios de estar en casa. Datos recientes señalan que el 88% de las empresas invitaron u obligaron a sus colaboradores a trabajar desde casa y, con el cierre de las escuelas y los niños también están en casa, por ende, los padres están cocinando más que nunca.
Mientras las familias permanecen en confinamiento, están descubriendo nuevas formas de hacer participar a sus hijos en actividades del hogar como cocinar u hornear. Cuando los menores del hogar colaboran en la preparación de los alimentos los hace sentirse incluidos y los motiva a probar nuevas recetas saludables. Además, puede resultar útil para mantener la sensación de normalidad, y a su vez ellos aprenden una nueva habilidad.
Las investigaciones también demuestran que se puede motivar a los chicos a consumir alimentos más saludables cuando participan en la preparación de la comida. Según un informe de la Universidad de Washington, las personas que cocinan más en casa tienen una dieta más baja en calorías, azúcar y grasa.
Por esa razón, Susan Bowerman, directora senior de Educación y Capacitación mundial sobre la Nutrición de Herbalife Nutrition, brinda algunos consejos para ayudar a las familias ocupadas en el día a día a preparar comidas más saludables.
Implemente una rutina: No tiene que ser martes de tacos ni miércoles de espaguetis cada semana, pero algunas pautas pueden ayudar para evitar la indecisión. Establezca uno o dos días para definir cómo comerán, como lunes sin carne o una vez por semana hacer la cena como si fuera el desayuno.
Organice una colección de recetas: Compile varias recetas básicas que a todos les gusten, colóquelas en una carpeta o márquelas en la computadora o teléfono. Como actividad divertida, también puede invitar a los chicos a coleccionar sus recetas preferidas para crear un recetario de comidas al gusto de la familia.
Haga una lista y vaya de compras una vez por semana o menos: Ante el pedido de que quedarse en casa y limitar las salidas, es importante prepararse para hacer las compras o recibirlas en casa. Considere todo lo que necesite la familia en la lista. Algunos productos prácticos para tener a mano son frejoles, atún, frutas, verduras, carnes, huevos, yogur, leche y queso bajo en grasa. Opte por frutas y verduras que duren más como cítricos, manzanas, zanahorias, brócoli, coliflor, repollo, apio y ají.
Asigne roles: Si su esposo/a es habilidoso/a con el cuchillo, es perfecto/a para picar. Los niños pequeños pueden mezclar y ayudar a medir, y otros integrantes de la familia son ideales para realizar las tareas de limpieza. Asigne a cada persona una tarea que pueda realizar sin quejarse (tanto).
Piense rápido y fácil: Aproveche las soluciones prácticas, como verduras congeladas, hojas verdes pre-lavadas y carne precocida o pre-condimentada para reducir los tiempos de cocción y preparación.
Prepare una vez, coma dos veces: Si sabe que va a utilizar cebollas, ajo y verduras picadas en más de una comida durante la semana, corte toda una sola vez y guarde lo que no usa en el congelador para tenerlo a mano. También puede preparar arroz o quinua extra y guardar lo que sobra en el freezer para una futura comida. Puede hacer lo mismo con las proteínas.
Especialícese en un solo plato: Prepare comidas que permitan equilibrar proteínas, verduras y carbohidratos en un solo plato. Quizás al comienzo sea difícil lograr el equilibrio, sobre todo si otros miembros de la familia no les gusta. Pero si comienza con pasitos sencillos, sentará una base sólida y su familia mejorará su alimentación con el tiempo. ¡Diviértase experimentando y no se sorprenda si la versión más saludable les gusta más!