
Claves para una recuperación postnatal saludable
Ser madre es uno de los momentos más emocionantes y transformadores de la vida. Pero, más allá de las primeras fotos, las visitas y los mensajes de felicitación, muchas mujeres se enfrentan a una realidad que no siempre se visibiliza: la vulnerabilidad física y emocional tras el parto.
En medio de este caos hermoso pero abrumador, muchas madres ponen toda su atención en el recién nacido, olvidando algo fundamental: sus propios cuidados postparto.
"El cansancio extremo, los cambios hormonales y las molestias físicas pueden hacer que los cuidados personales pasen a un segundo plano. Sin embargo, este es un momento clave en el que la salud de la madre debe ser prioridad. Los controles médicos son muy importantes. Estos cuidados tras el parto implican una visita de control entre las 4 y 6 semanas tras el alumbramiento y los días 30 a 40 post parto", menciona el Dr. Alberto Díaz, médico especialista en Ginecología y Obstetricia de la Universidad Norbert Wiener.
Teniendo en cuenta ello y en torno al Día de la Madre (11 de mayo), el especialista da a conocer cuáles son los cuidados que no se deben de ignorar tras el parto.
Atención médica: No son simples chequeos. Es fundamental asistir a los controles médicos entre los 7 y 10 días y, nuevamente, entre los 30 y 40 días después del parto. Estos controles sirven para monitorear signos vitales, revisar cómo se está recuperando el útero y detectar a tiempo cualquier complicación, como infecciones o anemia.
Es vital vigilar los loquios (el sangrado postparto), la episiotomía o herida quirúrgica si hubo cesárea, y estar atenta a cualquier síntoma inusual como fiebre, sangrado excesivo o dolor intenso.
Una higiene diferente. Puede parecer obvio, pero la rutina diaria se complica mucho cuando hay un recién nacido en casa. La higiene requiere cuidados específicos como: baño diario completo, mantener el área perineal seca, cambiar toallas sanitarias cada 4 horas, aplicar hielo en caso de inflamación y realizar baños de asiento en casa. Estos cuidados son necesarios para prevenir infecciones y promover una adecuada cicatrización.
Descanso, alimentación e hidratación: La base para recuperar fuerzas. Es normal la fatiga después del parto, por lo que el descanso es necesario. Asimismo, es ideal iniciar la movilidad gradualmente para evitar riesgos de tromboflebitis. Por último, la alimentación debe ser balanceada y rica en proteínas, lo que no solo ayuda a la recuperación física, sino que también favorece la producción de leche materna. Asimismo, la hidratación es clave durante este período, por lo que garantizar que las madres tengan acceso permanente a una jarra con agua fresca o un tomatodo, es fundamental.
El cuidado emocional: El aspecto más olvidado. El posparto no solo implica cambios físicos, sino también emocionales. Los primeros días después del parto suelen ser un cóctel de emociones. La alegría se mezcla con la ansiedad, la inseguridad y, en algunos casos, la tristeza profunda. Por lo que el apoyo emocional es tan importante como el físico. Conversar sobre la experiencia del parto, expresar sentimientos y pedir ayuda cuando se necesita son prácticas sanadoras.