
Madres que emprenden: 4 claves para un negocio con rumbo
En el Perú, cerca del 70% de las madres forma parte de la Población Económicamente Activa (PEA), y casi la mitad (el 47.7%) trabaja de manera independiente, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Este panorama evidencia cómo muchas mujeres han convertido el autoempleo en una vía para sostener a sus familias, asumir responsabilidades económicas directas y buscar mayor autonomía. Se trata de una realidad que adquiere especial relevancia en contextos de alta informalidad y empleo precario.
Un estudio de Kantar Ibope Media refuerza esta tendencia: el 29.3% de los emprendedores en el país son mujeres, con una concentración significativa en los niveles socioeconómicos C (32.1%) y D/E (32.6%). Asimismo, las regiones fuera de Lima y Callao concentran el 30.2% del emprendimiento, y las generaciones más activas en este campo son personas adultas entre los 30 y 60 años.
"La participación femenina en el ecosistema emprendedor es mucho más significativa de lo que suele reconocerse. No es solo una cuestión de oportunidad, sino también de necesidad: casi uno de cada tres emprendedores en el país es mujer, y muchas de ellas lideran negocios que empezaron sin capital, sin estructura y sin guía", sostiene Willard Manrique, CEO del Grupo Crosland y especialista en Dirección Comercial por el PAD.
Frente a este escenario, Manrique plantea cuatro claves estratégicas que permitirían transformar un negocio naciente, muchas veces impulsado desde la urgencia económica, en una propuesta estructurada y con visión de largo plazo:
Identificar la necesidad que se cubre: Comprender el problema que el producto o servicio resuelve es el punto de partida para todo modelo de negocio efectivo.
Conocer al cliente y su comportamiento: Analizar a quién se dirige la oferta, cómo se comporta, qué valora y qué necesita, permite ajustar y personalizar.
Diseñar una propuesta de valor coherente y diferenciada: Ofrecer algo distinto y relevante que conecte con las expectativas del cliente.
Establecer una estrategia de venta escalable y sostenible: Planificar el crecimiento del negocio con lógica comercial y capacidad operativa, sin perder el foco.
Aunque no todos los emprendimientos nacen con una estrategia clara, el contexto obliga a repensar su desarrollo con mayor rigor. Según el INEI, el 47.7% de las madres ocupadas trabaja de forma independiente, mientras que el 12.5% lo hace como familiar no remunerado. Estos datos revelan una marcada inclinación hacia la independencia laboral en sectores donde el acceso al empleo formal es limitado. Son las mujeres -y particularmente las madres- quienes impulsan una parte sustancial del dinamismo económico desde espacios que requieren más soporte técnico, comercial y estratégico.