El uso de probióticos en la intolerancia a la lactosa
La intolerancia a la lactosa es más común de lo que se puede pensar. Según el último estudio de Kantar WorldPanel, en el Perú, el 48% de las mujeres y el 50% de los hombres entre los 18 y 45 años, sufre de intolerancia a la lactosa, la cual puede traer consecuencias como distensión, diarrea y flatulencias.
El Dr. Héctor Velarde, médico gastroenterólogo, señala que esta condición se origina debido a la baja producción de lactasa en el organismo. «Esta enzima, producida en el intestino delgado, es la encargada de digerir los azúcares de la leche, por lo cual si está en baja cantidad se produce intolerancia a la lactosa, la cual se pueden presentar en dos formas: leve y severa», añade.
Si se trata de intolerancia leve o transitoria, como la producida por parásitos como la Giardia, se puede seguir una terapia de reintroducción de lácteos en pequeñas cantidades acompañada del uso de probióticos sin lactosa, para recuperar la salud intestinal.
Por otra parte, si es una intolerancia grave, se debe iniciar una dieta libre de esta lactosa. Ante esta situación, también puede haber alteraciones de la flora intestinal por lo cual una opción es el consumo de probióticos por ejemplo Bacillus clausii, que ayudan a recuperar el balance de la flora intestinal y mantener la salud digestiva. El especialista señala que es importante acudir al médico ante cualquier síntoma de intolerancia a la lactosa. «Se debe tener en cuenta que la ausencia total de leche podría provocar algunas deficiencias ya que se dejarían de obtener los nutrientes que esta aporta, por esto, se debe incorporar en la dieta otros alimentos que compensen esta carencia como por ejemplo acelga, espinaca y pescado», concluye el Dr. Velarde.