Hábitos para reducir las posibilidad de desarrollar un cáncer
Cada 4 de febrero se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer, una fecha dedicada a concientizar sobre la importancia de la prevención y detección temprana de esta enfermedad, al mismo tiempo que se promueve la acción colectiva en su lucha.
En América Latina, el cáncer representa una de las principales causas de mortalidad. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), hasta el 2022 se registraron más de 220 mil nuevos casos de cáncer de mama y más de 100 mil muertes por esta enfermedad en la región.
Si bien esta enfermedad abarca diversos tipos, todos comparten factores de riesgo comunes, muchos de los cuales están relacionados con el estilo de vida. Adoptar hábitos saludables puede ser determinante para reducir estos riesgos y promover una mejor salud a largo plazo. Pequeñas decisiones diarias pueden tener un gran impacto en nuestra calidad de vida y bienestar general
En este contexto, la Dra. Denisse Bretel, cirujano oncóloga en Auna, ecosistema de salud regional, destaca cinco recomendaciones clave para fomentar una cultura de prevención y cuidado, que no solo contribuyen a reducir el riesgo de cáncer, sino que también motivan a las personas a tomar decisiones conscientes sobre su salud de manera activa:
Alimentación saludable: Consumir una dieta rica en frutas, verduras, legumbres y cereales integrales ayuda a reducir el daño celular y la inflamación, factores clave en el desarrollo del cáncer. Se recomienda evitar carnes procesadas y ultraprocesados, asociados con mayor riesgo de cáncer colorrectal.
Mantener un peso adecuado: La obesidad está vinculada a un mayor riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer, incluidos los de mama, endometrio, colon, esófago, riñón y páncreas. Mantener un índice de masa corporal (IMC) dentro de los rangos saludables es clave para la prevención.
Evitar el tabaco y el alcohol: El consumo del tabaco es responsable del 22% de las muertes por cáncer, afectando pulmones, páncreas y vejiga. El alcohol incrementa el riesgo de cáncer de mama, boca, esófago e hígado. Reducir o evitar su consumo es clave para la prevención.
Actividad física regular: El ejercicio tiene un impacto positivo en la reducción del riesgo de varios tipos de cáncer, ya que contribuye a regular niveles hormonales, mejorar la función inmunológica y reducir la inflamación sistémica. Se recomienda al menos 150 minutos de actividad moderada o 75 minutos de actividad intensa por semana.
Protección solar: La radiación UV es el principal factor de riesgo del cáncer de piel. Se recomienda el uso diario de protector solar (SPF 30+ o superior), ropa adecuada y evitar el sol entre las 10 a.m. y 4 p.m.
Cuidado acompañado de detección temprana
Si bien es fundamental seguir y aplicar las recomendaciones mencionadas, la especialista resalta que estas deben ir acompañadas siempre de una detección temprana a través de chequeos preventivos. Un claro ejemplo de la importancia de esta medida es con el cáncer de mama, una de las neoplasias más comunes en la región, donde la realización de mamografías periódicas es clave para identificar la enfermedad en sus etapas iniciales.
"Alrededor de 1 de cada 8 mujeres desarrollará cáncer de mama invasivo a lo largo de su vida. Aunque esta enfermedad puede presentarse a cualquier edad, es más común conforme se avanza en edad. Desde Auna, promovemos no sólo los buenos hábitos, sino también una detección temprana a través de la mamografía como herramienta clave. Este examen permite identificar signos de cáncer antes de que los síntomas sean evidentes, lo que aumenta significativamente las probabilidades de éxito en el tratamiento y mejora las tasas de supervivencia", concluye la Dra. Bretel.