COVID-19: Empresas tendrán que realizar cambios en la logística
El Ministerio de Salud mediante la Resolución Ministerial No. 239-2020/MINSA aprobó los Lineamientos para la vigilancia de la salud de los trabajadores con riesgo de exposición al COVID-19, en ese sentido, las organizaciones que van a retomar o entrar en operaciones en el Perú tienen que presentar un plan de acción sobre las medidas que van a implementar en sus organizaciones para recudir o mitigar el impacto del contagio de sus trabajadores con el COVID-19.
Al respecto, Javier Del Carpio, decano de la Facultad de Ingeniería de la universidad ESAN, indicó que, dependiendo del número de trabajadores en las organizaciones, se hará necesario designar a un encargado de proponer este plan, implementarlo y supervisarlo.
«En la medida que en las organizaciones hayan más de 20 trabajadores, estas deberán contar con un comité que administre dicha labor, en consecuencia, tendrán que contratar a especialistas para que capaciten a sus trabajadores en esta tarea, o asesores externos que los orienten en este plan de prevención», explicó el especialista.
Inicio de exportaciones de bienes no tradicionales
El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, está recibiendo las solicitudes para empezar a activar la exportación de bienes no tradicionales. Uno de los rubros en los cuales habrá una mayor exigencia será en la importación y exportación de alimentos, aquí la FAO (Food and Agriculture Organization, perteneciente a las Naciones Unidas) establecerá alertas sobre qué tienen que realizar las empresas para asegurar la cadena de seguridad alimentaria.
En el Perú, el SENASA (Servicio Nacional de Seguridad Agraria), perteneciente al Ministerio de Agricultura y Riego, es la entidad pública encargada de orientar y normar las actividades vinculadas a la importación y exportación de productos de origen vegetal o animal.
Sobre este punto, Del Carpio manifestó que se estima que las empresas exportadoras de alimentos deberán establecer protocolos que garanticen que los productos que envasan o empacan, estén en las mejores condiciones sanitarias para su consumo. Para tal efecto, mostrarán certificaciones que, durante todo su proceso de producción, y manejo de los productos alimenticios, se cumplieron con todas las normas que protegen tanto a sus trabajadores, proveedores, y a sus productos, de tal manera que sus clientes o usuarios no podrán ser afectados por algún elemento, virus o bacteria.
En cuanto a las políticas para importación y exportación, el docente universitario informó que las organizaciones vinculadas al comercio internacional como la Organización Mundial del Comercio, ya están proporcionado algunas guías de trabajo relacionadas con las operaciones de importaciones y exportaciones a nivel mundial.
«Uno de los rubros en los cuales habrá una mayor exigencia será en la importación y exportación de alimentos, aquí la FAO (Food and Agriculture Organization, perteneciente a las Naciones Unidas) establecerá alertas sobre qué tienen que realizar las empresas para asegurar la cadena de seguridad alimentaria», agregó.
Por otro lado, Del Carpio dijo que las medidas para evitar que los trabajadores eviten ser infectados, o los mecanismos y certificaciones que se deben implementar en las empresas, harán más onerosos dichos procesos. Por lo tanto, las empresas deberán ser más eficientes, para no trasladar dicho incremento de costos a sus clientes, porque de hacerlo, estas compañías se tornarán menos competitivas.
No solo se trata de un tema de costo, sino también de tiempos, porque probablemente los importadores en algunos casos, exigirán a sus proveedores extranjeros la aplicación de algunos protocolos que pueden incluir pruebas de laboratorios o cuarentenas, para verificar que los productos recibidos, no expondrán a los clientes de los importadores a posibles contagios por COVID-19.