El auge de los data centers en Perú: Sostenibilidad y eficiencia energética
Los data centers o centros de datos son el pilar de la economía digital moderna, gestionando y almacenando grandes volúmenes de información importante para empresas de diferentes sectores. En Perú, esta industria ha crecido de manera significativa en los últimos años, impulsada por la transformación digital y la creciente demanda de servicios digitales.
Un informe reciente de la consultora EY destaca que el índice de madurez digital en Perú ha mejorado: el 73% de las empresas avanza en su proceso de transformación digital, y el 64% utiliza tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (IA). Sin embargo, este crecimiento plantea importantes desafíos ambientales, principalmente relacionados con el elevado consumo energético.
Frente a este panorama, empresas como Schneider Electric lideran el desarrollo de soluciones tecnológicas eficientes y sostenibles. Vanessa Moreno, Country Manager para Perú y Bolivia en esta compañía, señala que los data centers se han convertido en un vector clave para el desarrollo económico del país, subrayando el compromiso de la empresa en minimizar su impacto ambiental.
Impacto de la IA en el mercado de data centers
El auge de la inteligencia artificial ha impulsado el uso de centros de datos, que requieren grandes cantidades de electricidad, tanto para operar como para mantener una temperatura óptima en sus equipos. Según Schneider Electric, la IA alcanzó los 100 millones de usuarios en solo dos meses, y tecnologías avanzadas como la IA generativa requieren una capacidad de cálculo sin precedentes, lo que incrementa la demanda de servidores de alto rendimiento.
Recientemente, Google reportó un aumento del 48% en sus emisiones de carbono en los últimos cinco años, en parte debido al auge de la IA.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima que los data centers destinan cerca del 40% de su consumo energético a los servidores y otro 40% a los sistemas de enfriamiento. Una consulta a una IA generativa como ChatGPT, por ejemplo, consume 10 veces más energía que una búsqueda convencional en Google. A medida que la IA crece, se proyecta que la demanda energética