Tu niño come poco, cuidado puede tener ARFID

Los trastornos alimentarios en niños son problemas que pueden afectar seriamente su salud física y emocional, interfiriendo en su crecimiento y desarrollo normal. La doctora Mercedes García, pediatra del Centro Médico Clínica Ricardo Palma, sede Plaza Lima Sur, brinda valiosa información sobre el Trastorno Restrictivo de la Alimentación por Evasión (ARFID) para ayudar a los padres y cuidadores a identificar y tratar de modo efectivo este problema a tiempo.

El Trastorno restrictivo de la alimentación por evasión (ARFID) es un diagnóstico que se confunde con frecuencia con el comedor selectivo. ARFID (Avoidant Restrictive Food Intake Disorder) es un Trastorno de la Conducta Alimentaria caracterizado por la ingesta de muy pequeñas cantidades de comida y el completo rechazo a ciertos alimentos.

El crecimiento y la nutrición deficientes son dos de las consecuencias más frecuentes de este trastorno. Se diferencia de la anorexia y la bulimia, ya que en ARFID no hay preocupación por la imagen corporal o el peso. Muchas veces puede pasar inadvertido porque se confunde con las etapas de la selectividad en la infancia. No todo comportamiento en el que el niño evite la ingesta de alimentos puede catalogarse dentro de este trastorno.

Signos de alerta:

– Falta de interés en la comida y en comer.
– Falta de apetito.
– Comer muy despacio.
– Comer porciones pequeñas.
– Evasión de comidas porque no le gusta el color, la textura, el olor o el sabor.
– Miedo a asfixiarse o a vomitar.
– Quejas de carácter gastrointestinal como flatulencia, acidez, náuseas y estreñimiento.
– Pérdida de peso y señales de desnutrición.
– Evasión a socializar durante la comida.

Recomendaciones para los padres y cuidadores:

– Durante las comidas el ambiente debe ser relajado, mantener una actitud neutra.
– Limitar la duración de las comidas (entre 20 a 30 minutos).
– Ofrecer de 4 a 6 comidas al día (según la edad) con solo agua entre ellas.
– Servir alimentos apropiados y en cantidades adecuadas para la edad.
– Los padres eligen el tipo, los horarios y el lugar de alimentación. El niño decide cuánta cantidad de alimento quiere ingerir.
– Introducir poco a poco nuevos alimentos.
– Alentar la alimentación independiente y tolerar el desorden propio de la edad (pueden tocar y explorar).
– Evitar ruidos y distracciones durante las comidas (TV, celulares, juguetes, entre otros).
– Los padres y adultos en casa, deben ser modelos de buenos hábitos alimentarios.

Recuerde:

Los niños con ARFID pueden superar su aversión a la comida y recuperar el ritmo de crecimiento y peso, con la ayuda de un pediatra, gastroenterólogo, nutricionista, psicólogo y psiquiatra.

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