Refuerza el vínculo mamá bebé con la técnica de masajes Shantala

En el mes de las madres se celebra también los vínculos que nos unen a pesar de las distancias, como la relación irremplazable entre una madre y sus hijos, que debe ser especialmente fuerte en los primeros años de vida, pues es clave para el desarrollo de niños y niñas.

Nacer es el primer cambio radical que todos enfrentamos y la adaptación fuera del vientre materno es un desafío, tanto desde la respiración como en la alimentación. Pero la piel también exige atención especial, porque es la que protege, mantiene la hidratación y la temperatura del cuerpo del bebé.

Una forma de reforzar el cuidado y el vínculo con tu bebé es a través de los masajes. La caricia, una manera afectuosa de transmitir el amor fortaleciendo el vínculo, puede realizarse mediante el Shantala, método tradicional de origen hindú, considerado como una terapia que trae bienestar tanto para quien recibe el masaje como para quien lo hace, favoreciendo un intercambio profundo de energía y cariño.

Fiorella Solari, Gerente de Marketing de Producto de Natura, te da algunos consejos sobre cómo aplicar esta técnica en la rutina con tu bebé:

– Prepara bien el entorno: El ambiente debe ser cálido y tanto el bebé como tú deben estar cómodos. Puedes conversar con él o, para ayudar al relajamiento, poner música para escuchar. La secuencia entera del masaje se puede realizar en diez minutos.

– Para el rostro: Con los pulgares en el centro de la frente, aléjelos, hacia los lados, acompañando la línea de las cejas. Regrese al punto inicial y reinicie el movimiento, avanzando hasta contornar los ojos.

– Relaja su pecho: Coloca las manos lado a lado en el centro del pecho del bebé. Desliza las manos hacia los lados, pasando por los hombros, brazos y manos.

– Brazos y manos: Una de las manos sujeta el hombro del bebé como un brazalete y la otra sujeta el pulso. Desliza la mano desde el hombro hacia el pulso. Cuando las manos se encuentren, cambian de posición: la mano que estaba sujetando el pulso ahora sujeta el hombro, recomenzando el movimiento. Este mismo movimiento se puede repetir en brazos y pies.

– Trabajando la espalda: Una mano descendiendo hasta los glúteos. Sostén los glúteos del bebé con una de las manos. La otra mano parte desde la nuca y se desliza en dirección a los glúteos. Recomienza el movimiento siempre desde la nuca.

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