Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello: ¿Cómo reducir los riesgos?
En el marco del próximo Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello, que se conmemora el 27 de julio, se busca aumentar la conciencia sobre estas enfermedades que afectan áreas vitales como la boca, la garganta y los senos paranasales. Esta fecha se dedica a resaltar la importancia del diagnóstico temprano y la prevención para mejorar las tasas de supervivencia y la calidad de vida de los pacientes.
El cáncer de cabeza y cuello, que comienza mayormente en los tejidos húmedos que rodean estas zonas, puede presentarse con síntomas como bultos persistentes, úlceras en la boca que no cicatrizan, dificultad para tragar, cambios en la voz y lesiones en la piel del cuello y la cara.
«El diagnóstico temprano puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Detectar estos cánceres en sus primeras etapas no solo mejora las tasas de supervivencia, sino que también permite aplicar tratamientos menos invasivos y más efectivos, reduciendo el sufrimiento del paciente y los costos asociados», afirma el Dr. Alejandro Figueroa, subdirector Médico de ALIADA Centro Oncológico.
Los principales factores de riesgo para desarrollar cáncer de cabeza y cuello incluyen el consumo de tabaco y alcohol, la infección por el virus del papiloma humano (VPH), una dieta deficiente en vitaminas A y C, mala higiene bucal y la exposición prolongada a radiaciones ultravioletas. Aproximadamente el 85% de los casos de cáncer de cabeza y cuello están relacionados con el consumo de tabaco y se combina con alcohol el riesgo puede aumentar entre 15 y 18 veces, según la Head and Neck Cancer Alliance.
Para el Dr. Figueroa la prevención es nuestra mejor herramienta por lo que se recomienda eliminar o al menos moderar estas sustancias, mantener una buena higiene bucal, vacunarse contra el VPH y consumir una dieta rica en frutas y verduras para reducir el riesgo de desarrollar estos cánceres.
El diagnóstico de cáncer de cabeza y cuello requiere una evaluación exhaustiva por un equipo multidisciplinario que incluye oncólogos, cirujanos de cabeza y cuello, y radioncólogos. Las pruebas de imagen, como tomografías computarizadas y resonancias magnéticas, junto con biopsias, son fundamentales para un diagnóstico preciso. Los tratamientos pueden incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia y terapias dirigidas, dependiendo de la localización y el estadio del cáncer.