La otra cuarentena, una campaña de WCS
En medio de la incomodidad que han significado las medidas de aislamiento social establecidas por el gobierno nacional desde hace algunas semanas para prevenir la propagación del Covid19, WCS pone en evidencia la realidad de diversas especies que han sido extraídas ilícitamente de su hábitat natural y vendidas en el mercado ilegal de mascotas, sumidas en una cuarentena de plazo indefinido.
Wildlife Conservation Society (WCS), de la mano de la agencia 121 One to One, ha lanzado la campaña denominada La otra cuarentena, que busca llamar la atención sobre el comercio de animales silvestres como mascotas, que es considerada la principal causa del mercado ilegal en nuestro país.
Los mensajes consisten en un conjunto de imágenes de los principales animales traficados en el Perú, como monos, tortugas, loros y osos perezosos en cautiverio, donde se lee la cantidad de días que llevan fuera de su hábitat y que envía un mensaje simple y directo, que se enmarca en una campaña mayor: Si compras, eres cómplice.
Dar este mensaje, en un momento en el que gran parte de la población se encuentra en confinamiento y con limitaciones de libre circulación, permitirá tener un mayor impacto y despertar la conciencia colectiva sobre este problema, que es una de las principales causas de pérdida de diversidad y uno de los mercados ilícitos más grandes del mundo.
Asimismo, recordar que el tráfico de fauna silvestre representa, además, riesgos para la salud de las personas debido a la posibilidad de diseminación de agentes patógenos que podrían causar enfermedades, no solo a otros animales y sino también a los humanos, como la Salmonelosis, enfermedad de Chagas e, inclusive, el Covid19, entre otras tantas.
En Perú, WCS impulsa iniciativas contra el tráfico de fauna silvestre junto a aliados del sector público y de la sociedad civil.
Una de estas iniciativas es la Alianza por la Fauna Silvestre y los Bosques, financiada por la Unión Europea, a través de la cual WCS implementa acciones estratégicas en relación al tráfico de fauna silvestre en Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador y la zona de frontera con Brasil, para mejorar el entendimiento sobre la problemática y sus dinámicas mediante la generación de información, el fortalecimiento de capacidades, y la promoción del involucramiento de la sociedad civil en las acciones realizadas por las agencias gubernamentales para apoyar el control y aplicación de la ley a favor del patrimonio natural.