4 consejos para fomentar la competitividad y retención de talento
El crecimiento profesional a menudo implica la adquisición de nuevas habilidades y conocimientos por parte de los colaboradores.
Este proceso resulta beneficioso tanto para los individuos como para las empresas, debido a que los empleados más competentes poseen la capacidad de contribuir de manera más efectiva al logro y a la innovación, y la organización a la retención de talento, ofreciendo a la par salarios más competitivos.
«La sincronización entre la administración del rendimiento y la gestión salarial se transforma en una sinfonía que acaricia las aspiraciones de retener talento y promover la competitividad organizacional. En ese contexto, el hábil establecimiento de metas claras y alcanzables se revela como la primera pincelada en la obra de arte que es la gestión del rendimiento», señala Giancarlo Ameghino, Gerente de Gestión y Desarrollo Humano del Grupo Crosland.
Según el Estudio de Remuneración 2024, indica que el 49.6% está en búsqueda de un incremento salarial, mientras que solo un 32% se encuentra contento con su remuneración actual. Esto indica que las empresas deben estar atentas a las demandas salariales de sus empleados para mantener la competitividad y la retención de talento en un mercado laboral cada vez más dinámico y exigente.
Por ello, la adecuada gestión de las compensaciones se presenta como un factor clave para satisfacer las expectativas de los colaboradores y asegurar la atracción y permanencia de profesionales altamente capacitados. Cuatro consejos para mantener la competitividad y retención de talento.
La retroalimentación: La retroalimentación continua y positiva emerge como el faro que guía el progreso en la trayectoria profesional. Es parte de un intercambio abierto entre empleadores, enfocado en el reconocimiento de los éxitos y la atención a las oportunidades de desarrollo, el cual consolida las relaciones laborales y cultiva un clima de confianza.
Comunicación transparente: Transmitir de forma clara y abierta tanto la disposición salarial como los principios que rigen la compensación, no solo impulsa la equidad, sino que también erige una base sólida para la confianza recíproca.
Cuando los empleados comprenden el razonamiento detrás de las decisiones salariales, experimentan una sensación de valoración y se comprometen de manera más profunda con la organización.
Programas de desarrollo profesional: La creación de programas de desarrollo individualizados y planes de carrera traza una senda exclusiva para el crecimiento de cada empleado. Este enfoque personalizado no solo impulsa la retención, sino que también alimenta la percepción de que la empresa invierte en el desarrollo a largo plazo de su personal.
Educación financiera: Facilitar datos sobre beneficios, planes de retiro y otros elementos financieros capacita a los empleados para tomar decisiones fundamentales respecto a su compensación global. Garantizar la igualdad salarial no solo es un requisito ético, sino también una táctica inteligente para preservar la competitividad organizacional.