7 medidas para neutralizar la informalidad y afrontar el COVID-19

El Perú es un país donde prevalece el negocio informal. Siendo el 70% los comerciantes que realizan intercambios comerciales de esta manera.

El aislamiento social ha sido una estrategia base que ha implementado el gobierno para la contención del COVID-19. Sin embargo, uno de los factores que evita que estas disposiciones del Ejecutivo sean eficientes en su totalidad es la informalidad que enfrenta el país desde hace décadas. Según la INEI, la informalidad en el país incrementó en 3.7%, es decir, 319,800 peruanos más se sumaron a esta condición. Este aumento se concentró principalmente en la Costa, donde se registró 5’700,200 trabajadores informales (4.6%).

Rafael Villanueva, presidente del directorio de BSF Almacenes del Perú y catedrático de Estrategia en la Universidad ESAN, explicó en un informe publicado a inicios de abril algunas medidas que permitirán la neutralización de la informalidad, uno de los mayores obstáculos para combatir esta pandemia.

– Conocer el avance del enemigo en zonas críticas: Incrementar la adquisición y la toma de pruebas a la mayor parte de la población, enfatizando las zonas críticas. Lima, Callao y Lambayeque son los departamentos con mayor número de infectados por COVID-19 respectivamente. Además, monitorear los casos positivos y la cantidad de personas que han tenido contacto con ellas.

– Mejorar el equipamiento de nuestros combatientes: Incentivar la fabricación de indumentaria de protección con lo cual se genera la activación de la producción nacional, del sector textil y manufactura en forma inmediata, como parte de la cadena productiva que viene operando. Cabe resaltar, que el sector textil ha sido uno de los más golpeados ya que los productores del continente han registrado un descenso de los pedidos del 41% desde el inicio de la pandemia, según una encuesta realizado por la ITMF (International Textile Manufacturers Federation).

– Mejorar el armamento y municiones para el combate: Promover la importación y fabricación de ventiladores. Una opción víable es optar por fábricas que han reconvertido su línea de producción con estos fines, algunos productores de automóviles en Europa. Con respecto a la fabricación, se puede contar con la participación del sector privado. Asimismo, priorizar a las zonas críticas para su uso. También, promover la adaptación de ventiladores pediátricos e incluso veterinarios. Estos podrían ser usados con personas de la tercera edad, que en su mayoría, cuentan con un menor peso corporal. Otra medida considerable, consiste en aislar a los pacientes del COVID-19 e instalar Hospitales de Campaña en coliseos y/o centros de eventos y estadios aprovechando su infraestructura. Cabe resaltar, que cuentan con servicios básicos, siguiendo lo estipulado por la Organización Panamericana de la Salud.

– Reforzar las medidas para que los ciudadanos las cumplan: Sancionar al ciudadano que desacate esta medida con detención por 30 días calendario para que realicen trabajo comunitario, en zonas remotas para vías y caminos, sin goce de haber, sin perjuicio del proceso penal que se deberá seguir. Mantener el horario de restricciones de salidas y extenderlo en las zonas críticas de ser necesario.

– Sostener económicamente el sistema durante la crisis: Implementar el programa Canasta Familiar Solidaria (CFS), que deberá comprender productos básicos establecidos por el Ministerio de Salud, cuyo costo deberá ser aprobado por el Ministerio de Economía para que sea provisto por emprendedores y empresas del sector privado, reactivando más ese sector. Asimismo, de continuar con la provisión de bonos a las familias más vulnerables.

– Preparar las bases para la fase de reactivación: Los sectores productivos que formarán parte de la primera fase de reactivación serán exclusivamente Minería, Pesca, Agroindustria y Construcción, excluyendo las zonas geográficas que sean declaradas críticas por la extensión del COVID-19. El gobierno deberá elaborar un Protocolo de Operaciones Transitorias (POT) en estado de emergencia. Algunas de las medidas tomadas por las empresas para el reinicio de sus actividades sería el contar con resultados negativos de pruebas moleculares. Además, de contar con un programa productivo con régimen 21 x 7, donde se le garantiza al colaborador hospedaje o campamento, según sea conveniente, y alimentación.

– Implementación y seguimiento de la fase de reactivación: Se iniciarán las actividades de las empresas que cumplan con el protocolo de operaciones transitorias. Además, después de la ejecución de la primera etapa del programa 21×7 de una evaluación constante del avance del COVID-19 en el país y analizar el flexibilizar algunas medidas. Asimismo, se mantendrán las medidas dictadas por el gobierno durante esta primera fase de reactivación para los sectores productivos permitidos de seguir con sus operaciones en pleno estado de emergencia. También, la acatación de las medidas por parte de la población para garantizar el retorno a la normalidad.

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