¿Cómo congelar y descongelar alimentos?
La cuarentena nos ha obligado a abastecernos de diferentes alimentos para varios días y así evitar salir de casa. Congelarlos es una buena forma de conservarlos porque permite hacer compras en grandes cantidades y disponer de productos de temporada fuera de estación y a buen precio.
La congelación es importante y beneficiosa, sin embargo, no respetar las normas correctas, tanto a la hora de congelar alimentos como de descongelarlos, puede ocasionarnos un riesgo alimentario. Leslye Carnero Aros, nutricionista del Instituto Daniel Alcides Carrión, brinda las siguientes recomendaciones:
Carnes y pollos
Congelación: La manera correcta de congelarlos es en papel film o bolsas herméticas en porciones de 200 a 250 gramos. De esta manera, evitamos la desecación o que la carne se queme por el frío y, al descongelarlas, utilizaremos solo lo que consumiremos.
Aunque la temperatura ideal es -18°C, las congeladoras caseras llegan hasta -5°C, permitiendo que la carne se congele sin perder sus jugos y proteínas, y tampoco cambie su sabor ni su olor. Si la carne no tiene mucha grasa puede conservarse entre 6 y 12 meses. Pero, aquellas que tengan más grasa, como las chuletas de cerdo, tienen una duración de 3 hasta 6 meses.
Descongelado: Deben descongelarse de forma natural, por eso si queremos consumir alguna debemos sacarlas con anticipación de la zona de refrigeración. Por ejemplo, antes de ir a dormir podemos bajar las porciones seleccionadas hacia otra zona del refrigerador.
Por ningún motivo debe descongelarse exponiéndola al medio ambiente o usando microondas, ya que estropea la textura y el sabor de las carnes.
Verduras
Congelación: La mejor forma es lavarlas, trozarlas y darles una inmersión en agua caliente. Esto sirve para la zanahoria, el brócoli y el choclo. En el caso de la vainita, la cebolla, las habas y el ajo, pueden guardarse directamente en empaques que no contengan aire. Se pueden congelar aquellas que no tengan mucha agua. No deben someterse a este proceso aquellas que poseen hojas como la lechuga, la espinaca y la col porque pierden sus nutrientes.
Descongelado: Lo recomendable es no descongelar las verduras, sino usarlas directamente en las comidas que vamos a cocinar, ya que así mantienen sus propiedades nutritivas. Si las verduras ya fueron descongeladas no deben volver a congelarse en ningún caso. Por eso, recomendamos separarlas en porciones para optimizar la duración de los alimentos.
Frutas
Congelación: Las frutas pequeñas como el arándano, el aguaymanto y las uvas deben lavarse, escurrirse y empacarse en pequeñas bolsas herméticas. El plátano, la lúcuma, la chirimoya y la guanábana se conservan mejor si los convertimos en puré, les agregamos dos gotas de zumo de limón y las guardamos en un recipiente cerrado. En el caso de la piña, la papaya, el mango y el durazno, lo mejor es trozarlos y empacarlos sin aire.
Descongelado: Si las frutas están enteras o trozadas, lo mejor es sacarlas del congelador y colocarlas en una zona menos fría dentro de la refrigeradora durante 24 horas. Si se quiere descongelar los purés de frutas, lo mejor es hacerlo a través de un baño maría en mínima potencia para que sea un proceso lento.
La especialista del Instituto Daniel Alcides Carrión nos recuerda que al congelar los alimentos no destruimos los microorganismos, sólo inactivamos por breve tiempo el crecimiento bacteriano, por lo que la manipulación, la limpieza e la higiene es vital para conservarlos lo mejor posible.