Ahorra energía y salva al planeta
El 21 de octubre es el Día Nacional de Ahorro de Energía, fecha que busca concientizar a las personas acerca de la importancia de adoptar prácticas y hábitos que reduzcan el consumo energético y contribuyan así a proteger el medioambiente. Cabe recordar que el cambio climático es uno de los problemas mundiales con mayor relevancia en los últimos años y está directamente relacionado con la eficiencia energética.
Sin duda, el consumo energético ha crecido exponencialmente a lo largo de los años, especialmente con la llegada de la tecnología y los dispositivos electrónicos modernos.
Por ello, además de los artefactos tradicionales, cada vez más personas poseen una variedad de gadgets que deben cargarse a diario, como computadoras, tablets, smartphones, audífonos o parlantes inalámbricos, aros de luz, smartwatch, entre otros.
«La mayoría de las fuentes de energía utilizadas en el mundo son finitas y no renovables. Asimismo, la producción y el consumo de energía suelen tener importantes impactos ambientales, que provocan contaminación del aire y del agua, emisiones de gases de efecto invernadero y cambio climático», comenta Vanessa Moreno, country manager para Perú y Bolivia en Schneider Electric.
Menos consumo de energía en el hogar
Ahorrar energía nos permite reducir nuestra dependencia de fuentes de energía no renovables y disminuir el impacto ambiental de la producción y el consumo. Además, este ahorro también puede aportar beneficios económicos, ya que ayuda a reducir los costos energéticos para los consumidores.
Algunas acciones a considerar para ahorrar energía en el hogar incluyen:
– Apagar y desenchufar los electrodomésticos que no se están usando.
– Utilizar aparatos eléctricos que sean eficientes energéticamente.
– Uso de luces LED o ahorradores, ya que consumen un 80% menos que los focos habituales. O
– Aprovechar la luz natural.
– Al comprar una terma elegir una del tamaño adecuado para la familia.
– Abrir el refrigerador lo menos posible, revisar que los jebes se encuentren en buen estado y no guardar alimentos calientes.
Asimismo, el Organismo Supervisor de la Inversión en la Energía y Minería (Osinergmin) informa que la cocina eléctrica es el aparato que más energía consume, alrededor de 4500 watts (W), considerando una de cuatro hornillas, aunque también hay que tener en cuenta la cantidad de alimentos que se prepare y el tamaño de la olla. Además de este artefacto, otros dispositivos que consumen bastante energía son la ducha eléctrica (3500 W), la terma (1500 W), el horno microondas (1100 W) y la olla arrocera o plancha con 100 W.
Es fundamental tener en cuenta los momentos en los que se consume mayor energía en el hogar. Se recomienda que sean en los horarios base (11 p.m. a 8 a.m.) y media (8 a.m. a 6 p.m.), que permiten un ahorro promedio del 5% al 20%. Mientras que el uso de la energía en hora punta (6 p.m. a 11 p.m.) puede incrementar el consumo en un 8%.
Uso eficiente de la energía
Para las empresas, también se pueden adoptar diversas soluciones de ahorro de energía para reducir los costos operativos. Para lograrlo, se debe realizar una auditoría energética para evaluar el consumo de energía de la empresa e identificar las áreas donde se desperdicia consumo energético y qué soluciones están disponibles para obtener eficiencia energética.
Este análisis permitirá identificar dónde se desperdicia energía y qué soluciones están disponibles para reducir su consumo. Al igual que en los hogares, los cambios en la iluminación LED reducirán significativamente el consumo en las empresas, o el uso de temporizadores y sensores de movimiento para controlar su uso.
Asimismo, la adopción de equipos y maquinaria energéticamente eficientes puede ayudar a reducir su consumo energético, así como el uso de programas de gestión de la energía para controlarlo y optimizarlo. Por otro lado, las empresas pueden utilizar fuentes de energía renovables, como la solar o la eólica, que permiten reducir su consumo y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Este es un día para recordar que pequeñas acciones en nuestra vida cotidiana pueden tener un impacto significativo en la reducción del consumo de energía y la protección del medioambiente. Asimismo, las empresas pueden volverse más eficientes energéticamente y reducir su impacto ambiental.