Buenas prácticas en el cuidado del agua

En una era en la que la sostenibilidad es más que una simple palabra de moda, la industria hotelera está dando pasos significativos hacia una gestión responsable del agua. Más allá de ofrecer un alojamiento confortable y experiencias memorables, los hoteles están dando prioridad a su huella ambiental y a la conservación del agua.

Bajo esta premisa, el grupo hotelero Accor tiene como objetivo crear conciencia sobre el uso y consumo de agua en el planeta. «Actualmente, miles de millones de personas no tienen acceso a agua potable ni saneamiento básico. En el grupo Accor, la sostenibilidad es el núcleo del negocio y cuenta con una fuerte estrategia aplicada a sus propiedades de más de 40 marcas en todo el mundo, como Novotel, ibis, ibis Styles e ibis Budget, para ofrecer a los huéspedes opciones de alojamiento que promuevan un turismo consciente y sustentable», comentó Antonietta Varlese, SVP de Comunicación y Sostenibilidad de Accor Américas en la división Premium, Midscale & Economy.

El promedio del consumo diario recomendado por la ONU es de 110 litros por habitante/día. Los estudios indican que esta cantidad es suficiente para satisfacer las necesidades básicas de una persona. Pero eso no es lo que sucede. Según datos del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego del Perú, el consumo promedio por persona en el Perú es de 109 m3/año, aproximadamente 300 litros de agua por persona al día.

«En Accor, asumimos el compromiso con la reducción del desperdicio de agua, a través de iniciativas que, sólo en América Latina, ya han contribuido al ahorro de más de 1,5 millones de m³. El 92% de nuestros hoteles en América cuentan con sistemas de ahorro de agua. Es nuestra forma de decir que somos parte de los cambios que queremos para el mundo», expresó Antonietta Varlese.

Hoy en día, la tecnología de vanguardia está impulsando una revolución en la gestión del agua. Los hoteles adoptan cada vez más sistemas de agua inteligentes que permiten el monitoreo en tiempo real, la detección de fugas y el control preciso del uso del agua. Estos sistemas no sólo reducen los residuos, sino que también ahorran costos operativos, lo que beneficia tanto a los hoteleros como al medio ambiente.

A través de la plataforma Gaia, los hoteles que pertenecen al grupo hotelero Accor llevan un control mes a mes buscando el ahorro eficiente del consumo del agua en relación al año anterior. Para esto, cada una de las marcas realizan revisiones periódicas de sus instalaciones, como lavaderos, inodoros y duchas, para asegurarse que estén en perfecto estado y sin fugas de agua.

Por ejemplo, el hotel ibis Styles Miraflores cuenta con llaves temporizadas y ahorradores de agua en las griferías, desde el inicio de sus operaciones. De igual forma, realizaron un ajuste en el llenado del tanque de agua de los inodoros (80%) sin afectar su correcto funcionamiento. Todo ello, le permitió reducir el consumo de agua en un 20% aproximadamente.

En el caso del ibis Styles San Isidro, este hotel cuenta con duchas y lavamanos especiales que permiten reducir el consumo de agua, respondiendo así al control exigido por el grupo hotelero Accor.

Finalmente, el hotel Pullman Miraflores realizó la implementación de reductores de caudal que, a la fecha, les ha permitido un ahorro entre el 10% y el 15% en facturación de agua y una eficiencia hídrica del 45%. A mediano plazo, buscan concretar un proyecto para la reutilización de aguas grises, exclusivo para el uso de los inodoros.

La industria hotelera desempeña un papel fundamental en la gestión del agua. Cada gota ahorrada es un paso hacia un futuro más sostenible, y no es sólo una responsabilidad sino una oportunidad para que los hoteles lideren con el ejemplo.

Cuando los huéspedes cruzan las puertas de un hotel comprometido con la conservación del agua, no solo experimentan comodidad y lujo, sino también la satisfacción de saber que son parte de un movimiento global para proteger nuestro medio ambiente.

El potencial de cambio de los hoteles es multiplicado por la capacidad de influenciar también el comportamiento de los huéspedes, que pueden pasar a tener actitudes más sostenibles como reutilización de toallas y sabanas que ayudan en la reducción del consumo de agua y energía de los lavaderos, haciendo con que cada estadía se vuelva una contribución para la sociedad y el planeta.