Cámaras termográficas son fundamentales para las empresas
La coyuntura actual que enfrenta el planeta ha permitido que la tecnología tome un papel protagónico para enfrentar y mitigar la expansión la pandemia que tiene en jaque al mundo. Incluso varios gobiernos de los cinco continentes han hecho un llamado especial a la industria tecnológica para que ayude a combatir el COVID-19.
Una batalla en la cual las tecnologías emergentes han logrado hacer, en tiempo récord, inmensas contribuciones de una forma inesperada, creativa y muy receptiva. Por esto, en distintas zonas del planeta pueden verse robots que ayudan a guardar la distancia, cascos inteligentes, sistemas de reconocimiento facial, drones y, desde luego, cámaras termográficas.
Pero más allá de las decisiones tomadas por los gobiernos y la rápida adquisición de cámaras termográficas en varios países de América Latina, empresas de todos los sectores de la economía tienen un compromiso esencial con proteger a sus colaboradores y, por ende, a la ciudadanía. Por eso, FLIR presenta las 3 razones por las cuales es fundamental que las empresas tengan cámaras termográficas:
1. Detectan eficaz y oportunamente la temperatura corporal
La termografía infrarroja es usada en el mundo desde hace más de 60 años para proyectos de construcción, actividades industriales y civiles, pero hoy las nuevas tecnologías han logrado que las cámaras térmicas sean más intuitivas, ergonómicas, con mejor calidad de imagen y análisis más precisos. Por esto, en fábricas, call-centers y otros lugares de alta concurrencia permiten la identificación oportuna de personas con temperatura corporal alta (con margen de error de 0.5 grados), apartándose del resto para confirmar los síntomas del virus.
La función llamada screening permite identificar, a través de un sistema inteligente, partes clave de la cara de las personas y mediante un software realizar mediciones instantáneas con una resolución espacial, que permite el monitoreo desde 1.5 a 3 metros de distancia, y herramientas para mejorar la precisión de la medición. El resultado, una imagen termográfica intuitiva y detallada, que muestra el contraste térmico, con distintos colores, mediante un software que detecta la temperatura máxima de una arteria al lado del canal lagrimal, en el ojo.
2. Evitan el contacto físico con posibles contagiados
La termografía infrarroja brinda a las empresas la posibilidad no tener que tocar a las personas potencialmente contagiadas y además mantener a los colaboradores lejos del contacto directo con quienes están en observación. Así las empresas pueden tomar decisiones frente a quienes envían a cuarentena de forma preventiva y también controlar el flujo de personas que asisten al mismo espacio de trabajo de forma masiva.
Hasta el momento muchas compañías alrededor del mundo han implementado el uso de las cámaras termográficas de FLIR en sus oficinas, con el propósito de evitar un foco de contagio o expansión del virus y apoyar el trabajo del sistema de salud con una detección temprana de los síntomas.
3. Respaldan la toma de decisiones y la seguridad en entornos corporativos
El uso de las cámaras termográficas para monitorear la temperatura de los empleados les brinda a los directivos de las compañías herramientas e información adicional para la toma de decisiones de manera ágil y estratégicas y abre el panorama hacia posibilidades como el teletrabajo y le dan a la empresa mayor conciencia frente a la problemática que vive el mundo entero.
Para esto, FLIR ofrece hoy una solución de sensor térmico inteligente FLIR A400 / A700, la cual tiene transmisión de múltiples imágenes, computación perimetral y conectividad Wi-Fi para ayudar a acelerar el flujo de datos y permitir decisiones más rápidas, mejorando la productividad y la seguridad.
Las cámaras termográficas de FLIR cuentan con aprobación de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos, de la Agencia Federal del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos) y los dispositivos pueden usarse como complemento de otros procedimientos de detección clínico en el diagnóstico, cuantificación y seguimiento de las diferencias en los cambios de temperatura.