El ejercicio físico ayuda a subir las defensas de nuestro cuerpo
Debido a la pandemia ocasionada por el COVID-19, hoy en día escuchamos que es importante mantener nuestras defensas altas para protegernos de enfermedades y otros malestares. El sistema inmune está compuesto por diversas células que destruyen y combaten los organismos infecciosos invasores antes de que causen daño.
El ejercicio físico tiene la capacidad de producir efectos positivos en nuestro sistema inmune, de acuerdo con la intensidad y la cantidad con que se practique, menciona los especialistas de Bodytech.
Hacer ejercicio trae diferentes beneficios para nuestro sistema inmune
– Las personas sanas que realizan actividad física varias veces a la semana (más de tres días), con una intensidad moderada existe una disminución del riesgo de sufrir infecciones respiratorias altas en un 20%.
– Aquellas personas que realizan sesiones de trote de intensidad moderada aumenta en una cuarta parte los niveles de monocitos que tienen efecto anticancerígeno.
– Hacer ejercicio durante cuatro semanas aumenta el poder bactericida de los neutrófilos que son células que ayudan a combatir infecciones.
– La actividad física habitual de intensidad moderada retrasa el envejecimiento natural del sistema inmune
Recomendaciones de entrenamiento para mejorar nuestro sistema inmunitario
El ejercicio físico de intensidad moderada genera una recarga del sistema inmune aumentando la resistencia hacia infecciones leves a moderadas como la gripe. Por tanto, es importante realizar en la semana por lo menos:
– 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada (caminar, correr, bicicleta, bailar, subir escaleras). Todo esto dentro de casa y a través de las redes sociales de Bodytech Perú que brinda diferentes tipos de entrenamiento todos los días.
– Ejercicios de fortalecimiento muscular y flexibilidad por lo menos dos días en la semana.
– Complementar el entrenamiento con dos días de ejercicios centrados en equilibrio balance y coordinación.
Es importante mantener una dieta balanceada que incluya abundantes frutas y verduras e hidratación adecuada durante el día, dormir en lo posible de 6 a 8 horas diarias y mantener hábitos de higiene como el lavado de manos antes y después de realizar las sesiones de entrenamiento.
