La lucha por la seguridad alimentaria
Uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas es crear un mundo libre de hambre para 2030. Con hasta 828 millones de personas afectadas por el hambre en 2021, 46 millones de personas más que en 2020 según la Organización Mundial de la Salud, la evidencia sugiere que nos estamos alejando cada vez más del cumplimiento del ODS 2 de lograr erradicar el hambre.
Un componente importante, que generalmente se pasa por alto, es que para ayudar a aumentar la seguridad alimentaria en todo el mundo, de manera sostenible, se debe brindar apoyo a los pequeños agricultores, quienes producen alrededor de un tercio del suministro mundial de alimentos.
Los pequeños agricultores necesitan apoyo técnico
La responsabilidad de alimentar a la gente del mundo no es fácil. Los pequeños agricultores en América Latina enfrentan muchos desafíos, incluyendo el cambio climático, el aumento de los costos de producción y la falta de visibilidad de sus cadenas de suministro. Sin las herramientas y tecnologías con las que cuentan los grandes productores, luchan por seguir siendo competitivos y mantener sus medios de subsistencia.
Co-creando una solución con tecnología
La clave para permitir una transformación agrícola sostenible reside en la capacidad de los pequeños agricultores de aprovechar el poder de los datos.
En un mundo perfecto, los miembros de la cooperativa podrán tomar decisiones con datos y herramientas más precisas para gestionar sus cultivos de forma más sostenible y productiva. Esto significa que para ayudar a los pequeños agricultores, debemos eliminar las barreras que les impiden acceder a esta información crítica. A través de IBM Sustainability Accelerator, un programa de impacto social pro bono que trabaja para ayudar a las poblaciones más vulnerables a las amenazas ambientales, IBM y Plan21 han unido fuerzas para co-crear una solución.
Junto con desarrolladores del Instituto de Tecnología de Costa Rica, Plan21 e IBM tienen como meta ayudar a los pequeños agricultores de América Latina, empezando por Costa Rica, a gestionar sus cultivos de forma más sostenible con el objetivo de aumentar su productividad e ingresos. IBM ahora apoya el desarrollo de una aplicación móvil personalizada, YvY, que brinda a los agricultores capacitación técnica para utilizar la información de los datos meteorológicos, los datos agronómicos y los cálculos de la huella de carbono que facilitan la gestión de la producción y permiten una mejor adaptación al cambio climático.
Un componente importante de IBM Sustainability Accelerator es la configuración de los recursos y tecnología de IBM para ayudar a los participantes a alcanzar sus objetivos de impacto comunitario y medioambiental. El proyecto de Plan21 utiliza la nube y los datos climáticos de IBM procedentes de IBM Environmental Intelligence Suite, que, según Román, tiene un gran impacto.