¿Cómo logro que mi cachorro aprenda a socializar?

La socialización es el proceso de exponer al perrito a diferentes situaciones, personas y otros animales para ayudarle a aprender a interactuar con ellos de manera segura, tranquila y efectiva. Es aconsejable que la socialización de tu nueva mascota comience temprano. Una de las etapas más propicias para que tu perro joven se adapte favorablemente a las nuevas experiencias, ocurre entre las 3 y 14 semanas de vida.

Durante este período, los cachorros son más receptivos a nuevas experiencias, lo que significa que es el momento perfecto para comenzar la socialización.

«En un cachorro que está iniciando su proceso de aprendizaje, un correcto adiestramiento animal puede proveer los conocimientos para que conviva de la mejor manera posible en nuestro mundo humano, ayudando a su sociabilización y adaptación, sin intentar imponer tipos de comportamiento ajenos a la naturaleza propia de un perro», asegura Erika Quintana, médica veterinaria de Gabrica.

La especialista agrega que: «Durante el nacimiento y el periodo de transición (0-21 días), es importante que el cachorro lo pase con su madre y hermanos, ya que es su etapa de mayor cuidado y tranquilidad; responden únicamente al tacto, al dolor y al frío, son ciegos y sordos».

A partir de las 3 semanas de edad, los cachorros ya pueden ser expuestos a diferentes estímulos, como sonidos suaves, juguetes y texturas.

Por eso es importante enseñarle a interactuar positivamente con su entorno, con quienes convive, así como marcar hábitos de alimentación, rutinas de paseo, enseñarle su espacio, etc. De esta manera, estableciendo sus rutinas, y un entorno conocido, le proporcionaremos la seguridad que necesita.

Quintana sugiere seguir estas recomendaciones:

– Tu mascota no debe ser expuesta a situaciones potencialmente peligrosas o abrumadoras, como multitudes ruidosas o perros agresivos.

– Es esencial proporcionar un ambiente seguro y controlado para la socialización, y permitir que el cachorro avance a su propio ritmo.

– No lo agobies con ejercicios de socialización muy largos o estresantes.

En caso de que el cachorro llegue a tus manos con varias semanas de edad, intenta saber un poco acerca de las condiciones en las que vivió sus primeros días. Eso te dará una idea de los aspectos a reforzar.

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