Cinco consejos para evitar las infecciones urinarias en verano
La sudoración, los malos hábitos de higiene, el aumento de la actividad sexual o una incorrecta hidratación son factores que elevan el riesgo de sufrir infecciones urinarias. Aunque esta afección se puede presentar en cualquier época del año, es en el verano cuando los casos se multiplican.
Como explica la Dra. Vanessa Pantoja, Uróloga de Centro Médico Urozen, alrededor del 90% de los casos de infecciones urinarias tienen como responsable a la E. Coli, una bacteria propia del tracto digestivo que invade las vías urinarias, causa un desequilibrio de la flora local y produce síntomas característicos, como alteraciones en el olor y el color de la orina, ardor al orinar, escozor, dolor en la parte baja del abdomen, incremento en la frecuencia de micción e incluso fiebre.
«En el verano, las altas temperaturas provocan una mayor sudoración en la zona íntima. Si no se prestan los cuidados apropiados, esto puede facilitar el paso de las bacterias del aparato digestivo hasta el sector genital e iniciar una infección. Por motivos anatómicos, las mujeres somos más susceptibles a este tipo de padecimientos, por lo que las precauciones deben ser mayores», subraya la Dra. Pantoja.
Como la prevención es la mejor herramienta para no padecer de esta dolencia, la especialista ofrece cinco consejos a fin de evitar que las infecciones urinarias arruinen el verano:
1. Tomar agua. Una forma sencilla para preservar la salud del sistema urinario es beber al menos 2 litros de agua al día. En los meses de calor, el mantener una correcta hidratación permite expulsar mecánicamente los gérmenes e impedir su proliferación. Igualmente, en caso de infección, es necesario restringir el consumo de café, alcohol o bebidas azucaradas.
2. Vestir ropa interior de algodón. Se debe evitar el uso de prendas íntimas de materiales sintéticos, ya que impiden la ventilación idónea de la zona genital. Además, el algodón es hipoalergénico.
3. No excederse en la higiene. El uso de productos químicos, duchas vaginales o jabones en el aseo genital modifican el pH del área y alteran la flora protectora. Es mejor que la limpieza se realice únicamente con agua a fin de conservar el equilibrio bacteriano.
4. Orinar después de la actividad sexual. Si bien las infecciones urinarias no se transmiten por vía sexual, el coito sí puede facilitar el ingreso de microbios a los conductos urinarios.
Por eso es aconsejable miccionar luego de un encuentro sexual de manera que los microorganismos que pudieran haber ingresado salgan expulsados.
5. No automedicarse. En caso de presentar síntomas que se asemejen a una infección urinaria es imprescindible acudir al especialista en urología para confirmar el diagnóstico. En base al examen clínico y de laboratorio, el profesional determinará el tratamiento específico. Automedicarse o no seguir las indicaciones del especialista agravan el cuadro y el pronóstico, ya que se corre el riesgo de que los patógenos desarrollen resistencia a los medicamentos.
Es importante conocer los factores de riesgo, obedecer las instrucciones de los profesionales y visitar al urólogo con regularidad. «Aunque las infecciones urinarias son afecciones comunes en verano, las reinfecciones o el presentar de tres a más episodios en un año son indicios de un problema de fondo que requiere la atención especializada», finaliza la Dra. Pantoja.