Cómo aliviar la tensión o ansiedad frente a un examen de admisión

Si bien en nuestro país los meses de enero y febrero los asociamos con el verano y las vacaciones, también son considerados los meses cruciales en la vida de muchos jóvenes que se presentan a los exámenes de admisión de universidades e instituciones de educación superior con el objetivo de alcanzar una vacante que podría definir su futuro.

Roxana Miranda Enrico, jefa de la carrera de Psicología de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM) comparte con nosotros algunas reflexiones respecto a lo que viven los estudiantes durante un proceso de admisión y plantea algunas sugerencias de cómo regular la ansiedad que estos exámenes generan.

Si bien cada uno vive esta experiencia a su manera, es muy probable que muchos alumnos compartan cosas como temor, inseguridad, ansiedad pues el examen de admisión genera este tipo de sensaciones.

En ese sentido, la experta en psicología explicó cómo manejar la ansiedad durante la preparación para un examen de admisión:

ORGANIZA TU TIEMPO Y ESTABLECE RUTINAS DE ESTUDIO: Establece pausas entre lecciones. Recuerda que pasar tiempo delante de tus materiales de estudio cuando estás cansado/a, aunque no estés estudiando realmente, puede resultar contraproducente. Cambia de actividad y descansa.

DIVERSIFICA TU AGENDA: Abre espacios para actividades familiares, sociales y de descanso personal. Concéntrate y disfruta ese momento sin pensar en los estudios.

RESPETA TUS HORARIOS DE SUEÑO Y COMIDA. Saltear comidas, amanecerte o comer a deshoras y cosas poco nutritivas, no te va a ayudar. Evita usar alimentos o bebidas que creas te ayudarán a mantenerte despierto/a. No te hacen bien y, por el contrario, pueden interferir en tu metabolismo natural.

NO ESTUDIES UN DÍA ANTES DEL EXAMEN. Muchos estudiantes cometen el error de estudiar hasta el día previo al examen con el objetivo de retener la mayor cantidad de información posible, pero esto no ayuda pues corres el riesgo de confundir o dudar de lo aprendido, incrementando los niveles de ansiedad. En este caso, es recomendable solo repasar los apuntes más importantes y mantener la mente despejada.

Si bien es natural sentirse ansioso o tenso frente a un examen, es necesario poder manejarnos frente a ello. Por eso, Miranda considera importante comenzar por contextualizar mejor lo que se siente y hacerse las siguientes preguntas que ayudan a aclarar el panorama, y con ello disminuir la tensión.

IDENTIFICA TUS EMOCIONES: ¿Qué siento? ¿Cómo lo pongo en palabras?
CONTRASTA CON LA REALIDAD: Lo que siento, ¿tiene base real o es más el temor a la experiencia?

RECUERDA EXPERIENCIAS PROPIAS: ¿He tenido experiencias así antes? ¿Cómo me sentí? ¿Cómo las manejé? ¿Qué pasó luego?

ANALIZA TU ESFUERZO: ¿Me estoy preparando o me he preparado para rendir este o estos exámenes?
EXPECTATIVAS: ¿Qué resultados creo que voy a tener? ¿Por qué creo que serán así?
VISUALIZA DISTINTOS ESCENARIOS: ¿qué ocurriría si el resultado es positivo? ¿Y si es negativo?

CONFÍA EN TI. Recuerda que fallar en un examen de admisión no es malo, pues tendrás más oportunidades para seguir intentándolo.

Artículos relacionados

Back to top button