Sigue una alimentación saludable y evita la deshidratación
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) informó que, durante este verano, Lima llegará a los 31°C de temperatura lo que representaría un grave peligro en aquellas personas que no cuenten con una hidratación y alimentación saludable.
Para Claudia Ontaneda, directora de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), en algunos casos la deshidratación se origina por el exceso de calor (aumento de la temperatura) y el no tener una correcta alimentación e hidratación. El verano es una de las etapas en las que la hidratación debe tener un papel protagónico en niños, jóvenes y adultos, y esto es porque las pérdidas son mayores, aumenta la tasa de sudoración y al no estar bien hidratados puede traer consecuencias en el rendimiento físico y mental.
Es importante señalar que los niños y adultos mayores que no cuenten con una hidratación y alimentación saludable suelen ser los más afectados, provocando de esta manera calambres musculares, agotamiento, infecciones urinarias, cálculos renales y en el peor de los casos insuficiencia renal.
¿Qué podemos hacer para no sufrir una deshidratación?
La especialista afirma que lo ideal será beber líquidos, como mínimo 2 litros de agua al día que brindarán a nuestro organismo del 70 % al 80 % de hidratación. Asimismo, alimentarse de frutas y verduras que contengan por encima del 90 % de agua como, el melón las fresas, la sandía, el brócoli, la col, la coliflor, el apio, los pepinos, las berenjenas, la lechuga, el pimiento, el rábano, la espinaca, el calabacín y el tomate.
Por otro lado, debemos de tener mucho cuidado con alimentos que potencian la sed, como los lácteos, carnes, huevos, pescado y frutos secos salados.
Síntomas de una deshidratación
Básicamente por el color de nuestra orina. Si está muy amarilla (cargada) es una señal de falta de hidratación, lo ideal es que la coloración sea muy tenue. El consumo de bebidas hidratantes solo debe ser usadas si la pérdida de líquidos es evidente, como sucede con los deportistas o niños pequeños que tienen una mayor actividad física, lo ideal es el consumo regular de agua.
