¿Cómo alcanzar nuestro peso ideal de manera saludable?

La temporada de verano trae consigo un sinfín de dietas y regímenes alimenticios que pueden ser muy peligrosos para nuestra salud si los seguimos sin ninguna asesoría ni acompañamiento médico.

Obtener el peso ideal y mantenerlo puede resultar más fácil de lo que se piensa, siempre que seamos conscientes del tipo de alimentación que llevamos según nuestra condición médica. Más que alcanzar el cuerpo de verano, nuestro objetivo debería ser estar y sentirnos más saludables, y el resultado, vernos físicamente mejor.

Por ello, para seguir cuidando nuestra salud, la doctora Nandy Vega, Subdirectora Médica de los Centros Médicos de MAPFRE especialista en nutrición y dietética, brinda algunos consejos para que tu alimentación influya de manera positiva en tu condición física y mental durante el verano:

1. Agrega ensaladas a tus comidas. Además de ser alimentos muy fáciles de preparar, hidratan, refrescan y depuran tu organismo. Aportan a tu piel lo necesario para protegerte de los rayos solares e incluso, por la fibra que contienen, previenen el estreñimiento, una condición muy común entre la población. La ensalada de por sí ya es un alimento muy completo, poseen fuentes de vitaminas y antioxidantes ideal para el organismo, pero si deseas complementarlo con algo más es recomendable agregarle proteínas (pollo sancochado, atún al agua, pescado) y carbohidratos no procesados (choclo desgranado o papa o camote sancochado). De este modo, la conviertes en una opción más energética. Otra opción saludable es combinar tus ensaladas con cereales y legumbres. Anímate en realizar ensalada de quinoa y lentejas.

2. Frutas. A media mañana luego del desayuno, nuestro cuerpo suele pedir más alimento, y en vez de ir a una bodega por algún chocolate o golosina, ten a las frutas como una opción para saciar el hambre. Estas pueden ser frutas de estación o frutos secos como almendras, nueces o pecanas, con un pequeño puñado basta para soportar hasta el almuerzo. Una opción muy buena es optar por frutos del bosque como arándanos o frambuesas.

3. Alimentación rica en nutrientes. Prioriza aquellos alimentos ricos en vitaminas A, B, C, E, selenio y zinc. La vitamina A, por ejemplo, puedes encontrarla en alimentos de origen animal como el huevo, el hígado y los lácteos enteros, mientras que la vitamina C en frutas y verduras tales como el kiwi, melón, fresas, tomates y perejil, los cuales aportan colágeno a tu piel. En cuanto el zinc puedes encontrarlo en carnes, pescados, huevos, recuerda que este mineral antioxidante contribuye a la renovación celular.

4. Come solo lo necesario. Come cuando tengas hambre y hasta que te sientas saciado. Evita dejarte llevar por los antojos, sobre todo, si son alimentos que no van a aportar ningún nutriente a tu organismo. Sé consciente durante tu alimentación y alivia el hambre emocional, pues muchos recurren o abandonan la comida por ansiedad, estrés, aburrimiento e incluso tristeza.

5. Mantente hidratado. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda beber entre 1,5 y 2 litros de agua diariamente para una persona sana, que se pueden obtener no solo a través de líquidos sino también de alimentos como las frutas, verduras y hortalizas. Eso sí, la cantidad depende de varios factores así que revisa con tu médico cuántos litros necesita tu cuerpo. Evita jugos embotellados, helados y gaseosas.

Si sigues estos consejos verás la mejoría, más aún si acompañas una alimentación saludable con la práctica de algún deporte que te ayude a tonificar los músculos, reducir la grasa corporal y que, a su vez, te distraiga y mantenga tu mente ocupada. El mejor complemento para una vida saludable es un seguro de salud, con el que puedes acceder a diversos programas de salud para ti y tu familia incluyendo la asesoría nutricional, la cual te ayudará a crear una dieta acorde a tus necesidades.

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