Lo que necesitas saber antes de aventurarte al Metaverso

Por Yuri Menck, Marketing Manager, Cirion Technologies, Brasil

En los últimos seis meses, hay un tema que surge de manera recurrente en las discusiones sobre tecnología, ya sea en los noticieros, foros o incluso en eventos: el metaverso. Pero, del mismo modo que esta cuestión genera fascinación cada vez que aparece, también trae aparejadas muchas dudas sobre qué es, en realidad, cómo funciona y quiénes ya están en él.

En definitiva, ¿Qué es el metaverso?

Podemos resumir al metaverso como un colectivo de universos virtuales, que utiliza las tecnologías de realidad virtual y realidad aumentada para ofrecer una experiencia que promete romper las fronteras físicas entre las personas. Al igual que en los juegos multiplayer online, la idea es que personas de todo el mundo se reúnan en un mismo entorno e interactúen a través de avatares.

Además, si hablamos de interacción, las experiencias pueden ser más o menos inmersivas, según la preferencia del usuario. Para meternos de lleno en el metaverso se necesitan gafas y manoplas de realidad virtual, que ayudan al avatar a ver el entorno en 3D, como si estuviera en su interior, y a interactuar con lo que está viendo. Ahora bien, para quienes prefieren solo las pantallas, las interacciones prometen ser más parecidas a un juego de consola o de PC.

Con esto, la plataforma muestra un potencial prácticamente ilimitado. Las herramientas de realidad virtual, por ejemplo, pueden ser útiles para la medicina, en la realización de cirugías a distancia; la ingeniería, con equipos técnicos que realizan reparaciones remotas en estructuras demasiado grandes para su transporte a grandes distancias, como barcos y aviones; o incluso para sectores comerciales, ofreciendo una experiencia diferente de interacción entre productos y consumidores.

¿Quiénes están en el metaverso?

El potencial del metaverso, principalmente en el aspecto comercial, ha llamado la atención de las marcas. Para tener una idea, Nike, Converse e incluso players del segmento de lujo, como Hermès, Prada y Gucci, ya presentaron sus solicitudes ante la oficina de patentes de los Estados Unidos pensando en el metaverso, indicando que pretenden realizar incursiones en ese sector a la brevedad.

Y no es para menos.  Según un informe del Citibank, se estima que la economía en la red, realizada por medio de criptomonedas, puede alcanzar un valor de mercado que ronda entre los US$ 8 billones y USD 13 billones (R$ 37 billones y R$ 61 billones) hasta 2030.

Es probable asimismo que los propietarios de los llamados tokens no fungibles (NFT) se beneficien del metaverso. Del mismo modo, los certificados digitales que parecían limitados, teniendo al mercado del arte como principal circulación, tienden a asumir un nuevo rol: el del espacio digital, un terreno que puede revalorizarse, como un lote físico en un área de interés inmobiliario.

Para quien aún no esté familiarizado con el término, no fungible significa que su valor es único y no se puede equiparar, como es el caso de un billete de R$ 100 y dos billetes de R$ 50, por ejemplo.

¿Y qué es lo que sabemos actualmente sobre el metaverso?

Hasta el momento, lo que se sabe de la red de universos virtuales es su existencia. Incluso con un amplio potencial, todavía no hay forma de predecir si será esencial para el futuro, ya sea cercano o lejano, o si será solo un concepto más absorbido por otras tecnologías cuyo atractivo es más práctico. Después de todo, es necesario que los recursos presentes en el metaverso se vuelvan esenciales para nuestra vida diaria para que, de hecho, se convierta en una realidad.

Independientemente de su consolidación, como estamos hablando de un colectivo de universos que existe en Internet, es necesario que haya una conectividad con altos niveles de ancho de banda y la menor latencia posible. Requisitos necesarios para procesar una gran cantidad de datos en tiempo real, lo que garantiza una experiencia de calidad para quienes estén participando. Principalmente cuando pensamos en las más inmersivas, que exigen periféricos de interacción 3D, como las gafas.

Como toda tecnología en sus etapas preliminares, el metaverso sufre de idas y vueltas, noticias prometedoras y hechos alarmantes. Sabemos tanto sobre el potencial de la tecnología hoy como lo que sabíamos en la década del 90 sobre cómo evolucionarían los teléfonos celulares. Recientemente, consultoras como Gartner iniciaron estudios e indicaciones para los gestores interesados en profundizar en el tema.

Por eso, el primer punto que debe resolver para participar del metaverso es invertir en infraestructura, preferentemente con un proveedor de servicios que cuente con soluciones de nubes híbridas (públicas y privadas combinadas).

Este paso garantizará el desempeño y la seguridad para procesar y proteger sus datos y los de terceros durante sus interacciones con el colectivo de universos virtuales.

Entonces, ahora que conoce los conceptos básicos sobre el metaverso y quiénes están en él, ¿qué tal si se prepara y descubre lo que este universo de mundos virtuales puede hacer por su negocio?

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