Las reservas naturales se convertirán en nuestra esperanza
El paro total del mundo y el aislamiento obligatorio han permitido que la naturaleza reclame su lugar y que la Tierra respire un poco tras años de intensa actividad industrial. Estamos por celebrar La hora del planeta y ya se puede decir que este año se convirtió en El mes del planeta.
Esta nueva realidad nos da la oportunidad de aprender a utilizar la biodiversidad a nuestro favor, para asegurar un futuro ecoamigable y sostenible. Este futuro se puede construir a través de iniciativas empresariales cuya misión y visión sean la protección de la naturaleza, como lo lleva haciendo el Grupo AJE durante los últimos años.
A través de la marca BIO, la transnacional peruana ha apostado, desde hace tres años, por la Amazonía peruana comprando camu camu y aguaje silvestre proveniente de ella. Desde el año pasado, viene trabajando directamente con las comunidades que habitan en la Reserva Nacional Pacaya Samiria y con el SERNANP para potenciar el valor del bosque en pie e impedir su destrucción o abandono.
Este año, AJE ampliará su apuesta e inversión hacia dos nuevas reservas naturales: la Reserva Nacional Pucacuro y la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana. En ambos casos se comprarán superfrutos amazónicos como aguaje, camu camu y otros, para ayudar a la conservación de estas zonas protegidas y beneficiar a seis comunidades.
La Reserva Nacional Pucacuro es una zona representativa de la ecorregión de bosques húmedos del río Napo y Centro endémico que abarca 637,953.83 hectáreas. En ella habitan 1,060 especies, entre mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces. Además, es hogar de 246 especies de plantas, de las cuales 6 se encuentran en estado vulnerable.
La Reserva Nacional Allpahuayo Mishana se encuentra en la provincia de Maynas, en la región de Loreto. Tiene una extensión de 57,667.43 hectáreas y posee un total de 145 especies de mamíferos y 475 especies de aves. De estas últimas, 21 son exclusivas de los bosques de arena blanca de cuarzo que se encuentran dentro de esta área protegida, conocidos como bosques de varillal, que son muy escasos en la Amazonía y un milagro de la naturaleza.
«Ambas reservas tienen una importancia ecológica innegable y, en alianza con SERNANP, hemos decidido ampliar nuestro proyecto hacia estas áreas. Nuestra intención no es solo promover la recolección sostenible de los superfrutos, sino también la promoción de las áreas como destino eco-turístico, clave para la conservación de las mismas. De esta manera, reafirmamos nuestra preocupación por el cuidado del medio ambiente y la puesta en valor de la Amazonía peruana de manera sostenible en el tiempo», agregó Jorge López-Dóriga, director ejecutivo de Comunicaciones y Sostenibilidad del Grupo AJE.