La importancia del agua frente al Coronavirus
Hoy más que nunca comprobamos que en una situación de emergencia nacional y mundial el acceso al agua resulta vital para asegurar la salud y la vida de las personas. Y en una crisis como la generada por la pandemia del coronavirus, el lavado de manos resulta imprescindible para evitar el contagio. Quizá muchos nos estresamos por no tener mascarillas ni alcohol en gel, pero la gran mayoría tenemos la tranquilidad de poseer agua en nuestras casas. Sin embargo, esto no es así para 3.4 millones de peruanos.
Según Fernando Momiy, Director del Proyecto Infraestructura Natural para la Seguridad Hídrica de Forest Trends, se estima que los 3.4 millones (10,2% de la población) carecen de acceso a servicios de agua, y 8 millones de peruanos (25,5%) no cuenta con acceso a servicios de alcantarillado (MVCS, 2017).
Asimismo, dijo que solo la mitad de la población (55,7%,) tiene acceso al suministro de agua 24 horas al día. En zonas rurales, el número es mucho más alarmante: cerca del 66% de la población aún no cuenta con agua potable. «Si bien desde el Gobierno se están implementando medidas para abastecer de agua a la población sin acceso durante la emergencia, como su reparto gratuito a través de camiones cisternas, esto realmente no será suficiente si la enfermedad se propaga con más fuerza», comentó.
«Abordaremos la brecha del acceso al agua potable en el corto plazo con la implementación de cisternas, y esperamos que estos esfuerzos se extenderán a inversiones necesarias en las redes, plantas y otras infraestructuras construidas que son importantes para cerrar la brecha del acceso a agua potable. Pero será en vano enfocarse solo en esta infraestructura si no cuidamos el primer eslabón de la cadena de valor del agua, los ecosistemas que nos proveen de agua y que son cada día más amenazados: lagos y ríos sí, pero también bosques, bofedales, páramos y humedales», explicó Fernando Momiy.
Además, recordó que Lima es la ciudad de América Latina con menor capacidad de almacenamiento de agua por habitante (35 m3 por habitante versus 135 m3 de Santiago de Chile o 123 m3 de Bogotá). «Un estudio del Banco Mundial estima que, con las condiciones actuales, Lima solo podrá soportar un año con una temporada baja de lluvias», finalizó.