10 claves para seguir aportando valor en cuarentena
La abrupta llegada del coronavirus cambió la vida de las personas y de las empresas. Algunas ideas para abordar esta situación.
Por Adriana Carel, Directora de Capacitación y Desarrollo de Whalecom
Tal como sucede en todo el planeta, el Perú está atravesando en estas semanas severas alteraciones a partir de la aparición del COVID-19, conocido también como coronavirus. El mundo del trabajo, por supuesto, no es ajeno a esos cambios que la sociedad toda lleva adelante con el objetivo de protegerse y hacer frente a la pandemia.
Pese a lo excepcional y repentino de la situación, es posible poner en práctica iniciativas que permitan a las organizaciones continuar aportando valor y contener a la vez las inquietudes y ansiedades de los colaboradores, también impactados por este contexto. Lo que sigue es una serie de recomendaciones que ayudarán a hacerlo de la mejor manera.
1. Profundizar el uso de las herramientas digitales: Si bien la tecnología ya ocupa un lugar importante en la mayor parte de las compañías, este es el momento de explotarlas al máximo para poder seguir siendo productivos sin vulnerar las normas de aislamiento.
2. Abandonar la mentalidad candado: Habitualmente en estos casos, la primera reacción es suspender la actividad. No es lo aconsejable, sobre todo teniendo en cuenta que muchas tareas pueden continuar realizándose de manera remota.
3. Volverse más creativos: Sin abusar del concepto de transformar la crisis en oportunidad, esta situación puede servir para descubrir qué tan fecunda es nuestra imaginación a la hora de encontrar soluciones novedosas.
4. Buscar alternativas virtuales para el encuentro: Que el aislamiento no se convierta en desconexión. Existen hoy múltiples herramientas de fácil acceso para mantener reuniones e interactuar de diversos modos.
5. Hablar de los miedos: Habilitar instancias donde cada uno pueda exponer las circunstancias en que vive esta situación y plantear las mejores maneras de superarla.
6. Generar canales informales de comunicación: Los grupos de WhatsApp pueden ser el medio más adecuado en este caso, y transformarse en grandes aliados en un momento en que la forma de comunicarse entre líderes y colaboradores no está a salvo de los grandes cambios que experimentamos.
7. No dejar de lado la planificación: La comunicación no puede ser caótica ni improvisada. Hay que ordenar los contactos, generar foros, pautar horarios y gestionarlos con rigurosidad. Esta recomendación será fundamental para mantener la eficiencia.
8. Sacar provecho de las redes sociales: Armar Instagram cerrados, poner consignas de manera diaria para poder compartir y contar lo que nos pase (por ejemplo: selfie del atuendo para trabajar desde casa). En una situación de crisis, juntarse siempre sirve, aunque sea de modo virtual.
9. Romper paradigmas: Si no es este el momento de innovar, de salirse de los esquemas, ¿cuándo entonces?
10. Mantener las emociones positivas: Lo peor que podemos hacer es permitir que nuestro espíritu decaiga, que se imponga el desaliento. Será esencial entonces pensar estrategias (librando la imaginación, abriendo nuestros candados) para mantener el ánimo en alto.
Hoy, más que nunca el centro de atención es la empatía, esa capacidad de ponerse en los zapatos del otro y saber sintonizar con lo que siente o puede estar sintiendo o pensando. Llegó el momento de desarrollar la compasión en red.