¿Cómo mejorar procesos de la agricultura peruana?

Perú es uno de los que cuenta con mayor biodiversidad gracias a sus condiciones geográficas y climáticas. Debido a su historial agrícola, Perú se ha consolidado como uno de los 17 países con mayor producción de alimentos entre los cuales destacan la papa, quínoa, mango, uvas, hortalizas, café y cacao.

Es por ello, que la agricultura se ha convertido en uno de los principales oficios del país, incluso más del 30% de la Población Económicamente Activa (PEA) se dedica a esta actividad, generando grandes ingresos y posicionando a la agricultura como uno de los oficios más importantes.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la población mundial crecerá a 11.000 millones de personas para el año 2100, y se necesitará de un 80% más de alimento para cubrir sus necesidades.

Teniendo en cuenta que Perú genera gran parte de su riqueza de esta actividad, y que la agricultura es un trabajo incierto debido a variables como el cambio climático, las lluvias, la temperatura y los fenómenos meteorológicos, se debe replantear sus procesos para controlar estos problemas, aumentar el rendimiento y mejorar la producción.

Pero, ¿Cómo lograrlo? la respuesta se resume en emplear equipos tecnológicos que permitan la optimización de procesos, reduciendo costos de personal y tiempos de producción.

La llegada de la digitalización a esta actividad permite que se puedan analizar diferentes variables, como la humedad, la temperatura, la exposición al sol, el tiempo de riego, entre otras. Además mejora de forma significativa la carga de trabajo, ya que los equipos tecnológicos se caracterizan por ser más sencillos de emplear, reduciendo costos de producción y facilitando la labor diaria del agricultor. Pero todo beneficio, llega con problemas y uno de ellos es la sostenibilidad en los procesos.

Si bien los equipos electrónicos tienen grandes beneficios, la mayoría no son sostenibles, ya que eliminan dióxido de carbono que contaminan de forma significativa el medio ambiente, además muchos agricultores con la esperanza de reducir costos optan por emplear químicos para el funcionamiento de sus equipos, que posteriormente desequilibran el PH de la tierra generando que no se puedan emplear para cultivos o se dañe la cosecha.

La Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OECD) afirma que una agricultura sostenible es aquella en donde su producción es económicamente viable y no ocasiona impactos medioambientales a corto o largo plazo. Esto significa que se deben emplear formas de producción menos agresivas para el medio ambiente, promuevan ecosistemas saludables y sean respetuosas con el suelo, aire, agua, y a su vez respeten los derechos y la salud de los agricultores.

En conclusión, para lograr una agricultura digital y sostenible los agricultores deben apostar por la implementación de la tecnología responsable en sus procesos, utilizar al máximo las nuevas tecnologías e investigaciones que van llegando al mercado promoviendo la preservación de los recursos naturales, pero asegurando que estos equipos puedan responder a las nuevas necesidades de los consumidores y permitan que el agricultor incremente su producción diaria.

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