Equipos deportivos: Lecciones aprendidas después de la pandemia

El cuerpo técnico, los entrenadores, nutricionistas y entrenadores de fuerza de los equipos deportivos, son los expertos en quienes los atletas confían para asegurar un rendimiento óptimo.

Y es que todo deportista requiere de especialistas con la capacidad de comprender sus necesidades, lo cual se ve reflejado en sus resultados.

Sin embargo, durante los últimos años, el desafío tanto de especialistas como de atletas fue mantener el nivel de compromiso: mientras los atletas temían perder su rendimiento, los entrenadores y nutricionistas hacían malabares para ser accesibles ante la incertidumbre.

Dana Ryan, Ph.D., Directora de Rendimiento Deportivo, Nutrición y Educación de Herbalife Nutrition y Adam Waterson, Director de Fuerza y Acondicionamiento del club de fútbol profesional LA Galaxy, nos cuentan las mejores prácticas de rendimiento deportivo que el equipo aprendió durante los últimos dos años y que pueden aplicarse a las personas que están retomando o adoptando un estilo de vida activo y saludable.

Combinar tecnología y entrenamiento para mantenerse conectado

En los últimos tiempos, canales como las redes sociales y las videoconferencias aseguraron la conexión de los atletas con sus planes de entrenamiento físico y nutrición personalizada. También, se apeló a la creatividad, incorporando tecnología a las rutinas de los deportistas para realizar un seguimiento remoto del rendimiento y las cargas de entrenamiento.

Monitores de frecuencia cardíaca, unidades de seguimiento por GPS, dispositivos portátiles de muñeca y anillos inteligentes, fueron algunas de las herramientas utilizadas para medir y monitorear datos específicos del rendimiento físico, además de la asignación de personal para ayudar a entender e interpretar dichos datos y así, los atletas pudieran seguir evolucionando y alcanzar sus objetivos.

Mantener la confianza y el espíritu comunitario para un estilo de vida saludable

El éxito de la industria del deporte depende mucho de la camaradería, del apoyo en persona y el espectáculo. Para ayudarlos a sentir el mismo foco y apoyo uno a uno, se individualizaron las sesiones de actividad física y se crearon planes de nutrición efectivos que los atletas podían seguir en casa.

Quizás lo más importante para garantizar el éxito, fueron los controles virtuales, ya que se aprovechó para enseñar sobre nutrición y cocina, lo que ayudó a mantener el espíritu competitivo y a la vez, desarrollar un espíritu comunitario.

Priorizar la recuperación física y mental

Otra lección importante fue la evolución de la recuperación: no solo descansar o estirar después de un entrenamiento, sino también facilitar la recuperación mental. Diversas fuentes de estrés como el aislamiento, la ansiedad por el rendimiento, las noticias en redes sociales, entre otros, cobraron importancia y con ello, la necesidad de desarrollar estrategias para manejarlas.

Cuando los atletas entrenan o juegan, se recomienda eliminar el pensamiento tanto como sea posible, para dar pie a la concentración en el partido o campeonato. Además, siempre que sea posible, se debe variar la rutina de recuperación. Por ejemplo, algunas de las actividades que se implementan incluyen el vóley, la natación, el ciclismo y sesiones en el gimnasio. Es recomendable dejar descansar a los jugadores hasta tarde para luego asistir a una sesión de yoga de recuperación vía Zoom desde la comodidad del hogar.

Así se trate de un atleta profesional o de un deportista de fin de semana, cualquier persona puede poner en práctica alguna de las lecciones aprendidas para entrenar el cuerpo y la mente.

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