¿Cómo contribuye el juego en el desarrollo físico?

Entre los diversos beneficios que aporta el juego en los niños y jóvenes, está el desarrollo de su físico. Según expertos de la Academia Americana de Pediatría, este tipo de dinámicas contribuye a impulsar la coordinación motriz, el equilibrio, resistencia, habilidades motoras, y beneficia al nivel de consumo de energía natural, formando de esta manera, niños, jóvenes y adultos sanos y felices en el futuro.

En este contexto, Happyland, cadena de centros de entretenimiento, experta en el desarrollo de espacios de diversión sana y segura para niños y adultos, nos comparte cómo influye el juego en el desarrollo físico de los niños y jóvenes.

COORDINACIÓN MOTRIZ: La coordinación motriz es la capacidad de realizar movimientos corporales de manera eficiente. Se desarrolla gradualmente desde la niñez hasta la etapa de la adolescencia. Desde la niñez, puede estimularse a través del juego, potenciando el control de la fuerza, sincronización y la agilidad. Happyland Adventure brinda diversas opciones de juego para potenciar la correcta coordinación motriz, entre ellas el Láser Tag donde se pone a prueba la agilidad y puntería de los equipos rivales para evitar los láser y vencer al equipo contrario.

POTENCIA EL EQUILIBRIO: Es la capacidad de un cuerpo que, a pesar de tener poca base de apoyo, se mantiene sin caerse. Se aprende desde temprana edad y se domina con la práctica de actividad física. En los niños y/o jóvenes, existentes alternativas de juegos como el Trampoline Park en Happyland Adventure, trampolines interconectados, que estimula el equilibrio a través de los diferentes tipos de obstáculos, piscina de foam pit y toboganes

CANALIZA LA ENERGÍA DE LOS NIÑOS: Los niños necesitan actividad física para canalizar su energía de manera positiva para mantenerlos sanos y activos. Juegos como los Muros de Escalar, que permite descubrir la destreza, habilidad y coordinación de los jóvenes y niños, poniendo a prueba su resistencia física, de manera segura y controlada. Otro claro ejemplo para fomentar el consumo de energía corporal es el juego Rope Course, con casi 15 metros de altura, el más alto del Perú, siendo un juego desafiante, en el que hay que superar diferentes tipos de obstáculos sobre cuerdas. Un reto seguro y que contribuye a reforzar la confianza de los jóvenes y niños.