7 beneficios del drenaje linfático
El principal beneficio del drenaje linfático es evitar la acumulación de líquidos, la absorción de la grasa y las vitaminas solubles, mediante masajes circulatorios que tienen como objetivo depurar y eliminar las toxinas en el cuerpo. Además, ayuda al sistema inmunitario a frenar las bacterias, virus u otras sustancias extrañas que puedan estar al interior del organismo.
Se recomienda el procedimiento a los pacientes que tienen tratamientos contra la celulitis, problemas de circulación, infecciones agudas, piernas cansadas, acné, edemas y procesos post quirúrgicos estéticos.
La doctora Giulianna Berrocal, del Centro de Medicina Estética de la Clínica Ricardo Palma, nos cuenta los grandes beneficios del drenaje linfático para nuestro cuerpo.
1. Reactiva la circulación linfática: ayuda a eliminar el exceso de líquidos y sustancias.
2. Reduce la inflamación: derivada de la retención de líquidos, regulando el tono muscular.
3. Contribuye a mejorar las defensas del organismo: al favorecer la función de los ganglios linfáticos.
4. Mejora el aspecto de la piel: combatiendo enfermedades y afecciones como la celulitis o el acné.
5. Tiene un efecto analgésico: se recomienda en dolores procedentes de enfermedades como la fibromialgia.
6. Tiene un efecto relajante en el sistema nervioso: aliviando situaciones de estrés y ansiedad, pero también combatiendo los efectos de patologías como migrañas y vértigo.
7. Mejora la circulación sanguínea (el sistema linfático se complementa con el aparato circulatorio) ayudando a eliminar problemas originarios de un mal flujo sanguíneo, como las varices.
El drenaje linfático necesita un mínimo de 10 a 15 sesiones como máximo, todo dependerá del área a trabajar. Las personas son aptas para el procedimiento, menos las que sufren las siguientes enfermedades: Flebitis, trombosis, Insuficiencia cardiaca, Hipotensión arterial, Inflamaciones agudas, Asma, bronquitis, Edemas, desnutrición Dermatitis, eccemas agudos, Tumores malignos o Síndrome del seno carotídeo.