5 prácticas para minimizar la rotación de personal en una empresa

Una de las problemáticas más preocupantes para pequeñas y grandes empresas es la fuga de talentos. No solo se traduce en irregularidades en el curso de las acciones, sino también en gastos extra para adecuarse a los procesos y, claro, un desánimo generalizado.

Revisar el formato de la evaluación de desempeño, invertir en capacitación y reforzar las comunicaciones son solo algunas medidas que pueden tomarse para revertir esta situación. En todos los casos, se trata de poner en práctica los valores de la organización.

A continuación, hacemos un repaso por cinco prácticas que ayudan a minimizar la rotación de personal en una empresa.

1. Realizar evaluaciones de desempeño

Dos de los conflictos más presentes entre las causas de la deserción laboral son la falta de reconocimiento y la frustración ante la falta de certezas.

En ese sentido, elaborar un modelo de evaluación de desempeño simple puede ser de gran ayuda, incluso, para que los colaboradores sepan qué se espera de ellos. Se trata de focalizar aspectos clave como calidad del desempeño, trabajo en equipo y conocimiento.

2. Ofrecer posibilidades de crecimiento

Otro factor desencadenante en la rotación de personal es la imposibilidad de evolucionar. Ya sea que haya posibilidades de ascenso profesional o formas de mejorar las condiciones o calidad del trabajo, los colaboradores necesitan percibir su crecimiento.

Una opción para evitar esta causa de abandono de un puesto de trabajo es invertir en la profesionalización de los trabajadores, con el fin de ampliar sus conocimientos. Los avances en infraestructura y herramientas también permiten una mejora constante.

3. Mejorar los sistemas de comunicación

La forma más eficaz de lograr un vínculo con las personas y su consecuente compromiso con una empresa es apostar a las comunicaciones lo más completas posibles. Estas permiten conocer el funcionamiento de la organización en su totalidad y evitar errores y problemas de interpretación.

Realizar reuniones periódicas, generar calendarios compartidos y crear un diario mural son solo algunas ideas, que deben ser guiadas según las necesidades específicas. Otra forma de mejorar los diálogos es invertir en programas de gestión que puedan administrar varios usuarios.

4. Brindar un rédito justo

Cuando hablamos de rédito, nos referimos, en primer lugar, a la importancia de percibir un salario justo por las labores realizadas. Un error común en las empresas es inclinarse paulatinamente a la sobrecarga, logrando el colapso de los colaboradores.

Por otra parte, los incentivos al desarrollo profesional o resultados exitosos en la evaluación de desempeño dan cuenta del reconocimiento del trabajo. Premiar el buen desempeño es una manera de agradecer el crecimiento de la empresa en manos de los colaboradores.

5. Priorizar la humanidad ante todo

El clima laboral, la automatización de procesos y los problemas de liderazgo son otras causas de gran importancia en la fuga de colaboradores con gran potencial. Además, son factores determinantes en el desarrollo del estrés laboral.

Por esa razón, es importante fomentar los intercambios positivos entre las distintas áreas y resolver inmediatamente cualquier conflicto. Además, preocuparse por la adaptación de las personas y sostener un trato humanitario son grandes herramientas de fidelización.

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