40% de pacientes con lesiones articulares padecen osteoartrosis

Los males asociados al sobrepeso y la mayor promoción de estilos de vida saludable motivan cada día a miles de personas a iniciar una rutina de ejercicios. No obstante, sin pautas para realizarlas óptimamente, pueden derivar en lesiones articulares graves. En el marco del Día Mundial de las Enfermedades Reumáticas, conmemorado cada 12 de octubre, especialistas advierten que más del 40% de personas que sufren estos daños llega a desarrollar osteoartrosis.

De acuerdo con el Dr. Yuri Ochoa, médico traumatólogo del Hospital Dos de Mayo, las lesiones de articulación ocurren con mucha frecuencia en personas jóvenes que, tras decidirse a ejercitarse, realizan la actividad sin guía, no siguen las indicaciones de su instructor o se sobre exigen.

Este tipo de problema, con el tiempo y sin un tratamiento adecuado, pueden convertirse en un factor de riesgo importante para el desarrollo de enfermedades reumáticas como la osteoartrosis. Esta patología, que ocasiona dolor intenso y está considerada entre las 10 más discapacitantes en países en desarrollo, afecta principalmente el cartílago de articulaciones como las rodillas, dedos y caderas, sometidas repetidamente y durante años a fricción.

Si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que es una enfermedad más frecuente en personas sobre los 60 años, evidencia reciente demuestra que el daño agudo articular tras una lesión puede acelerar el proceso degenerativo del cartílago.

Asimismo, la especialista comenta que a pesar de que se trata de un mal degenerativo, los aficionados al running, asiduos visitantes del gimnasio, jugadores ocasionales de fulbito, tracking, entre otros, pueden reducir el riesgo de sufrir osteoartrosis bajo ciertas recomendaciones:

Informarse sobre la actividad física a realizar. Conocer cómo debe ser practicado un deporte o ejercicio es vital. Esto implica conversar con el instructor acerca de la mejor postura, movimientos y cadencia corporal para obtener un buen desempeño sin ejercer fricción excesiva del cartílago.

Calentar y estirarse antes y después. La musculatura necesita pasar de un estado de reposo a uno de actividad para soportar la actividad corporal y no cargársela a las articulaciones. Por eso, es indispensable dedicar algunos minutos a estirar y calentar el cuerpo antes de iniciar la actividad y, una vez culminada, cerrar el ciclo estirando.

Realizar de 10 a 15 minutos diarios una actividad física. Un error común que puede estresar las articulaciones es practicar un deporte un solo día a la semana, intensamente y por más de una hora. Mantener activa la musculatura todos los días evitará que esta se mantenga rígida o se fatigue cuando el cuerpo exige su máximo soporte.

Acudir al médico y rehabilitarse ante una lesión. El tratamiento oportuno, respetando el tiempo de recuperación, evita el desarrollo prematuro de una osteoartrosis. Pero incluso el aficionado que ya la ha desarrollado y desea seguir ejercitándose, puede ser rehabilitado a través de terapias multimodales que incluyan viscosuplementación.

Emplear la indumentaria adecuada. En el caso de practicar un deporte, la vestimenta y equipo juegan un papel clave tanto el desempeño del practicante como en la protección de músculos, ligamentos y articulaciones. Cada actividad deportiva posee su propio tipo de ropa, calzado y elementos protectores que deben ser utilizados necesariamente.

Finalmente, el Dr. Ochoa subraya que el ejercicio físico bien desarrollado es esencial para prevenir problemas articulares causados por la obesidad: hoy se sabe que al menos 60% de las personas con un índice de masa muscular mayor a 30 la desarrollarán en algún punto de sus vidas. En tal sentido, el Día Mundial de las Enfermedades Reumáticas es una ocasión oportuna para tomar conciencia sobre el papel que juegan las articulaciones en la salud de las personas.

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