2 graves enfermedades oculares que pueden llevar a la ceguera
La salud visual es un aspecto fundamental para la detección temprana de enfermedades oculares, ya que una atención oftálmica adecuada puede reducir el deterioro visual y los errores de refracción. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que aproximadamente 1,300 millones de personas viven con alguna forma de deficiencia visual a nivel mundial.
En Perú, las afecciones oculares como el Edema Macular Diabético (EMD) y la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) se han convertido en preocupaciones de salud significativas, afectando la calidad de vida de miles de personas. El Dr. Patricio Schlottmann, médico oftalmólogo, explica que estas enfermedades oftalmológicas son responsables de una proporción sustancial de casos de pérdida de visión y ceguera en todo el mundo, y es crucial aumentar la conciencia pública sobre su detección temprana y los tratamientos disponibles.
¿Qué es el Edema Macular Diabético (EMD)?
El Edema Macular Diabético (EMD) es una complicación ocular grave que afecta a las personas que viven con diabetes. Más de 422 millones de personas en todo el mundo padecen diabetes, y esta enfermedad sigue siendo la principal causa de ceguera en adultos de 20 a 74 años.
«Los síntomas incluyen visión borrosa, manchas oscuras en la vista y zonas de visión oscuras o vacías. Factores como el control deficiente de la glucosa en sangre, la presión arterial alta, el colesterol elevado y otros pueden aumentar el riesgo de desarrollar EMD. La detección temprana y los tratamientos adecuados, como el control de la glucemia, láser, inyecciones intraoculares y cirugía, pueden prevenir la pérdida de visión irreversible», comentó el Dr. Schlottmann.
¿Qué es la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE)?
La Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) es una enfermedad ocular que afecta principalmente a personas mayores de 60 años y puede causar la pérdida de visión central.
Existen dos formas de DMAE: la húmeda, caracterizada por la formación de vasos sanguíneos anormales detrás de la retina, y la seca, en la que las células sensibles a la luz de la mácula se deterioran gradualmente. A nivel global, aproximadamente 20 millones de personas sufren de DMAE, y se espera que esta cifra aumente a medida que la población envejece.
«Los síntomas incluyen visión distorsionada, puntos ciegos en la visión central y dificultades en actividades cotidianas como la lectura o conducir. Factores como antecedentes familiares de DMAE, tabaquismo, hipertensión, alto índice de masa corporal y exposición a la luz solar pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Para la forma húmeda, se utilizan inyecciones intravítreas de fármacos antiangiogénicos, que han demostrado ser efectivas para ralentizar o detener la progresión de la enfermedad», enfatiza el experto.
El Dr. Schlottmann, recomienda que si el paciente tiene diabetes o más de 60 años, es fundamental someterse a exámenes oftalmológicos regulares y conocer los factores de riesgo. El acceso oportuno a la atención médica y a los tratamientos adecuados puede marcar la diferencia entre mantener una visión funcional y experimentar una pérdida de visión significativa.