10 beneficios de dar pecho a tu bebé
La lactancia materna debe iniciarse dentro de la primera hora del nacimiento del bebé para nutrirlo, fortalecer su sistema inmunológico e iniciar mediante la succión el reconocimiento físico entre la madre y su recién nacido que estimulará los centros de las emociones y el afecto en el cerebro del bebé. En tiempos de pandemia, la promoción de esta práctica cobra mayor importancia para que los recién nacidos crezcan sanos y fuertes. La doctora Sarah Vega, neonatóloga y pediatra de la Clínica Ricardo Palma y presidente del Comité de Lactancia Materna de la Asociación Latinoamericana de Pediatría (ALAPE), explica 10 cosas que debes saber sobre la lactancia materna.
El calostro también conocido como oro líquido tiene múltiples beneficios para el recién nacido. Se le considera la primera vacuna del bebé porque contiene sustancias que protegen las mucosas del intestino, nariz y garganta del recién nacido que frenan las entradas de virus y bacterias. Además tiene un alto contenido de proteínas, minerales y vitaminas. Es amarillento y espeso; viene en poca cantidad que es suficiente, para satisfacer las necesidades de alimento del recién nacido en los primeros días.
El tamaño de los pechos no influye en el éxito de la lactancia. Lo que importa es el tamaño de la glándula. Existen senos pequeños que en su mayor parte son glándula y a pesar de su bajo porcentaje de grasa, las madres son excelentes productoras de leche materna.
La lactancia materna continuada más de un año disminuye hasta en 30% de menor riesgo que la madre sufra cáncer de seno y de ovarios.
Es importante que la mujer, en la etapa de la lactancia, reciba orientación para mantenerse bien alimentada, a fin de no consumir sus reservas nutricionales cuando alimente a su pequeño, porque la leche materna siempre sale de excelente calidad, salvo en caso de desnutrición materna severa. La madre puede comer de todo pero variado.
Tomar grandes cantidades de leche de vaca, avena o agua de cacao e hinojo, no favorece la producción de leche y es riesgoso pues puede causar alergias y problemas en el bebé. Lo único que incrementa la producción de leche materna es el vaciamiento frecuente de los pechos.
Esto significa darle de mamar más seguido al bebé o extraerse la leche en el trabajo por lo menos 2 veces en jornadas de 8 horas, siendo lo ideal 3.
La calidad de la leche no se altera por sufrir estrés o ansiedad. Durante la pandemia la lactancia materna sigue siendo el mejor modo de alimentar al bebé y de protegerlo de enfermedades como diarreas, infecciones respiratorias, otitis, leucemia, sobrepeso y obesidad, entre otras.
La lactancia materna aumenta la inteligencia y que los niños que se alimentan con pecho de manera continuada muestran un nivel más alto de inteligencia verbal-lingüística y un coeficiente intelectual superior, en comparación a aquellos que no continuaron con esta práctica después de los 6 meses. Además estudios de seguimiento durante 30 años, muestran que quienes reciben lactancia materna tienen mayor ingreso económico y alcanzan mayor educación que los alimentados con fórmula.
La leche materna después de los 6 meses continúa siendo un gran alimento. Es una fuente importante de energía, proteínas, vitaminas, grasas y de nutrientes que permiten al bebé crecer fuerte y sano. Estudios demuestran que los niños que han recibido lactancia materna continuada se desarrollan mejor y reducen considerablemente el riesgo de morbilidad y mortalidad.
La lactancia materna debe ser exclusiva en los primeros 6 meses y a partir de esa edad debe complementarse con alimentos espesos que incluyan proteínas de origen animal como carnes, hígado de pollo, sangrecita y bazo. La OMS aconseja la lactancia materna continuada hasta los 2 años o más porque aporta requerimientos calóricos y nutricionales de calidad para el pequeño. La decisión de dejar de amamantar corresponde únicamente a la madre y a su hijo. El destete natural y espontáneo, de acuerdo a estudios antropológicos, se produciría entre los 2.5 y los 7 años de edad.
Las relaciones sexuales no afectan la producción de la leche. Son muy saludables para preservar la buena relación de pareja tan importante para la crianza del bebé.